3.7.14

O el periodista o el político debería estar detenido hoy mismo

Si Hacienda en sus investigaciones demuestra que el hijo de un importante político movió 55 millones en paraísos fiscales; que este tipo no tiene oficio conocido; que pasó en dos años de tener 100.000 euros ahorrados a tener 12 millones; que algunos políticos con décadas viviendo de su sueldo de político logran tener más de 100 millones ahorrados en sus cuentas, curiosamente todas fuera de España, nos demuestra que algo está sucediendo para taparlo todo.

Que haya periodistas que además justifiquen que todavía no estén en prisión estos tipos o que intenten explicar estas trampas aparentes, pues suena a bufa. Que otros periodistas que se cabreen contra esos otros periodistas, pues su trabajo de investigación no termina en los juzgados aunque cuente con todos los informes de Hacienda, también jode. 

¿Cuál es el motivo por el que ciertas familias españolas tienen unos privilegios que no tenemos los otros 47 millones de españoles? ¿por qué tenemos que creer en el sistema, en la sociedad, en la justicia, si al final se nos insulta con unas informaciones brutales? Si son mentiras que metan en la cárcel a los periodistas que las publican. Y si son verdad que metan en la cárcel a los tramposos. Pero no es posible que ninguno esté detenido y condenado.

2.7.14

¿Qué es y para qué sirve la vida lenta, la “Live slow”?

La vida lenta, la “Live slow” trata de que asumamos todos que lo más valioso es lo que con triste normalidad, es de lo que más carecemos.

El tiempo libre para nosotros mismos, para aquello que más nos gusta hacer.

Todos asumimos que la sociedad está en crisis, que los valores ya no tienen el mismo papel social que hace unos años, que las escuelas deben cambiar, que las religiones que más crecen son aquellas que buscan la vida tranquila, el saborear la vida que tenemos.

Buscamos la conexión con personas, con la familia y amigos, con los vecinos, con la sociedad. Algo que hace unas décadas era muy común y que ahora en las ciudades hemos perdido. Deseamos tener una vida conectada, una vida comunicada con muchos. Y como entendemos que no es fácil hacerlo en persona, de forma física, nos inventamos otros sistemas más virtuales por que en realidad la necesidad existe, nos faltan las formas, las herramientas.

Pero la conexión entre personas sigue existiendo entre muchas culturas, es la occidental quien más hemos perdido este activo vital. 

Conexión en el que el intercambio alimentario era una de las posibilidades ancestrales más utilizadas. Yo hacía queso y te lo cambiaba por harina o por hierba. Yo hacía las herraduras y tu me ayudabas a regar mi huerta. Yo te contaba mis problemas y tu me ayudabas con mi dolor de espalda. Simple intercambio de relaciones humanas.

Pero la realidad es que tras olvidarnos de la importancia en las relaciones humanas debemos reaprender, cambiar nuestra forma de cultura para volver a la relación sincera con otras personas. Ser más simples pero más humanos, donde la calidad prime sobre la cantidad. La cercanía y el contacto de piel supla a estar rodeados de muchos pero con los que nunca hablas, nunca te tocas, nunca les escuchas.