30.6.14

Ahora Pablo Iglesias fue colaborador de ETA. Jope, qué miedo dan

Una vez que contra Podemos no ha servido de mucho la acusación de que son bolivarianos y que quieren para España una conversión rápida hacia ser una sociedad como la de Venezuela, sacamos hoy desde El Mundo que son ETA. Que son imprescindibles colaboradores de ETA. Lo curioso es que nunca los juzgados les han señalado como colaboradores de ETA y eso que han condenado a decenas de personas por este motivo.

Lo que publica El Mundo en su letra de texto, no en sus titulares, es que la Guardia Civil en sus investigaciones encontró en una documentación de Herrira el nombre y el teléfono de Pablo Iglesias como un contacto en Madrid. Lo curioso y es que estoy seguro, la Guardia Civil seguiría investigando esta línea abierta y no ha logrado encausar a Pablo Iglesias. Así que volvemos a tener que esperar una declaración del líder de Podemos, empujados por El Mundo y las masas críticas con las posibilidades de recambio político. ¿Es más “listo” El Mundo que la propia Guardia Civil?

Como muy bien dice Podemos, la casta son “los criados que dan la cara” obedeciendo a los que realmente mandan y que nunca dan la cara.

Los Reyes de España se van al Vaticano. ¿Es lógico?

Los Reyes inician sus contactos fuera de España con una reunión visita genuflexión ante el Papa de Roma. Han tenido suerte los Reyes de España con el Papa actual pues es de los buenos, pero resulta chocante que antes de acudir a Francia, Marruecos, Portugal o a cualquier país de Iberoamérica, se nos vayan al Vaticano a darse baño religioso. 

Tomó posesión vestido de militar. Se nos va como primer viaje en busca de la Iglesia, pero insiste en que es moderno y que quiere reinar para todos los españoles. No encajan los fondos y las formas. pero seguiremos pensando que de errores también se vive.

Se insiste desde la Casa Real que es una casualidad de agenda, que no es un trato diferente hacia la Iglesia, que ha sido el Vaticano como podría haber sido Andorra o Portugal. Y nosotros vamos a creérnoslo por eso de los 100 días de elegante perdón ante los errores.