24.6.14

La pobreza de la infancia en la España hundida, según Unicef

El documento sobre la infancia y la pobreza en España, realizado para Unicef por investigadores y profesores privados, es tremendo. Nos señala a España como el segundo país de la Unión Europea UE más incapaz para reducir la pobreza infantil, solo por delante de Grecia; y nos apunta como el país de la UE que menos ayuda a las familias a tener hijos.
Además coloca a España en el paquete de Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia por las realidades sociales del tratamiento de la infancia y la pobreza.
Mientras que en Europa la media del PIB que se destina en ayuda a las familias con hijos es del 1,4%, en España es del 0,5%. Si añadimos que nuestro PIB es mucho más bajo que el de otros países de la UE, veremos que las diferencias son inmensas.
Solo hay seis países en la UE que no ayudan directamente a las familias con hijos y efectivamente España está entre uno de estos seis países.

Pero la población española envejece, por quinto año consecutivo han bajado el número de nacimientos en España, un descenso que desde el año 2008 supera el 18% en número de hijos por año nacidos en España. En el año 2008 nacieron 520.000 niños y en el año 2013 lo hicieron 425.000 niños.
Si el número medio de niños por mujer es en estos momentos en España de 1,26 hijos por pareja de dos, vemos que el recambio generacional es un inmenso problema a medio plazo. La edad media a la que una mujer tiene su primer hijo es en la actualidad de 32,2 años. Pero seguimos inmersos en la apatía social para pensar en el medio plazo.

23.6.14

¡No sé donde nos van a mandar! O casi mejor: no queremos saberlo

Tenemos que acostumbrarnos a hablar mejor. Como decía Perich en 1970, no debemos decir: “¡No sé donde iremos a parar!”. Es falso, no vamos nosotros, nos llevan. Así que sería más correcto decir: “¡No sé donde nos van a mandar!”.

En los últimos años nos están moviendo todos los derechos, así que como nos movemos y no elegimos hacia donde, hay que asumir que nos llevan a donde ellos quieren. Nosotros somos, más pero no se nota nada. ¿O tal vez somos menos? ¿De verdad han pasado 44 años desde que Perich escribía esto?