Tiene otro problema el PSOE que se suma al decaimiento
general. Optan cuatro militantes reconocidos a la Secretaría General, pero
ninguno dispone de apoyos más que suficientes sobre el resto, aunque parece que
Madina se adelanta en la carrera pero a pasos leves. La regeneración cuesta
emprenderla pues se suman excesivos dinosaurios que no hablan pero maniobran y
algunas federaciones tienen un peso tan excesivo que otras pequeñas las miran
para tras ver su decisión obran en consecuencia, a favor o en contra de lo que
estas digan.
El problema son las ideas, el saber si tienen que irse a la
derecha o a la izquierda, el decidir si prefieren a un joven o a un
progresista, si quieren a alguien que ya es Diputado o se la juegan con un
líder que no estará en el Congreso.
Pedro Sánchez ha optado por no asustar a los socialistas más
dinosaurios, por la europea idea del liberalismo guapo y simpático, por la idea
de que él también puede ser el Felipe González del siglo XXI.