20.6.14

Cómo tomar la medicación si tenemos edad avanzada o hay problema económicos

La mayoría de los enfermos crónicos que tenemos que tomar mucha medicación cada día somos personas de edad avanzada y por ello personas con mas complicaciones para poder controlar que tomamos bien todas las dosis recetadas. 

Si a eso le sumamos que nuestros cuerpos de más edad ya no funcionan igual de bien, que nuestro hígado no absorbe igual lo que circula por nuestro interior o nuestra forma de limpiar el cuerpo internamente es más lento o irregular, las cosas se complican, aunque sin duda el trabajo de los médicos de familia suele ser exquisito y tiene todo esto muy en cuenta al recetar. 

Pero ¿tomamos nosotros bien los medicamentos?

Siempre, repetimos, SIEMPRE… hay que tomar la medicación con arreglo a lo que índica el médico que las receta. 
Y si hay duda consultar con él. 

Si ya está mejor el enfermo o si creemos que no le está haciendo nada el medicamento, debemos acudir al médico y hablarlo con él. Nunca modificaremos las dosis del medicamento por nuestra experiencia o por las opiniones de personas ajenas a nuestro médico.

Tengamos siempre a mano una lista con los medicamentos que tomamos y las dosis recetadas. En algunas zonas de España se entrega a cada paciente una hoja con su medicación y las dosis, y esas notas las debemos tener siempre guardadas por si hay dudas.

Es normal que con el tiempo se vayan olvidando las dosis, se tengan dudas, nos olvidemos de alguna indicación. Por eso es bueno tener apuntado y al día lo que nos han recetado. 

Como decíamos antes, la receta electrónica —donde exista— en un buen referente. Además si nos tienen que ingresar o si vamos de viaje es bueno tener la lista a mano.

Mucho cuidado con tomar alcohol —sobre todo fuerte— si tomamos también medicación. Debe saber el médico qué tomamos para realizar la receta ajustada y personalizada. El alcohol interactúa con muchos medicamentos y cambia su eficacia, o la disminuye o la aumenta.

Si nosotros no podemos pagar un medicamento por problemas económicos, NUNCA dejemos de tomarlo. 

Lo debemos hablar con nuestro médico de familia para que nos indique soluciones —que la hay– a este problema tan actual. Nos pueden recetar algo igual pero más barato o nos pueden remitir a organismos públicos o privados donde nos ayudarán a sufragar el medicamento. 

Lo peor es no tomarlo y siempre hay soluciones incluso en nuestros mismos barrios.


10 ideas para defenderte mejor del calor. Embarazada o personas mayores

Si el fuerte calor del verano es difícil de soportar, es peor cuando la mujer está embarazada, si eres una persona de edad avanzada o si estás enfermo. En el caso de las mujeres embarazadas de varios meses es normal que se sientan más cansadas, incluso de mal humor, agobiadas y sin ganas de hacer nada. Con estos consejos que vamos a ver a continuación te ayudarán a pasar un verano algo más soportable y fresco. Muchos de ellos son de simple sentido común.

Procura salir a la calle en las horas de menos calor. 
Preferiblemente por la mañana y por la noche. Evita la luz directa del sol entre las 11 de la mañana y 6 de la tarde.

Si estas en casa, usa el aire acondicionado. Si en tu caso no hay aire acondicionado, no olvides usar el abanico todo el tiempo posible. Parece un sistema viejo, pero funciona muy bien por el efecto de la presión del aire ambiente al moverse con el abanico.

Abre aquellas ventanas por donde no entra el sol temprano en la mañana para que se refresque la casa. Coloca cortinas que bloqueen el sol en aquellas áreas por donde entra el sol, para evitar que la casa se caliente muy pronto.

Usa ropa ligera, de colores claros, preferiblemente de algodón. No uses ropa demasiado ajustada. Trata de usar zapatos cómodos, para que no te inflamen los pies.

Aplícate protector solar cuando salgas a dar un paseo, para así evitar las manchas de la piel que provoca el sol en algunas embarazadas o personas mayores.

Mantente hidratada tomando mucha agua y otras bebidas hidratantes. Siempre que estés en la calle lleva una botella con agua en el bolso, mejor si lleva algo de limón o un poco de azúcar y sal. Si eres una persona ya mayor no esperes a tener sed, pues nuestro sistema es más lento, toma agua regularmente.

Disminuye la ingesta de sal en las comidas, ya que evitará que retengas líquido y así te sientas incomoda. Trata de ingerir alimentos frescos como ensaladas y frutas.

Refréscate tomando una ducha o un baño tibio o frio (si lo resistes).

Duerme una pequeña siesta. El calor en las horas más duras hace sentirnos agotadas, y una siesta te hace sentir mejor.

Busca (más) ayuda de tu pareja en las tareas cotidianas del hogar y de la familia. Estos días no son buenos para nada que no sea lo imprescindible.