21.4.14

Análisis de la campaña electoral del PSOE para Europa

Suelo opinar un poquito de las diferentes campañas electorales de los partidos políticos españoles, llevado por mis actividades profesionales anteriores. No lo puedo evitar.

El PSOE ya ha presentado la que dice ser una campaña electoral para Europa, austera y algo más barata, decidiendo de entrada no alquilar vallas, carísimas casi siempre. Buena decisión, excepto para las empresas de las vallas y de impresión. Que no se nos olvide que los gastos electorales de los partidos son en gran medida un baño de soluciones para bastantes empresas de artes gráficas, siempre que puedan cobrar.

Pero vayamos al diseño gráfico de la campaña. También austero, por cierto. Si es tal y como se ha enseñado estamos hablando de cartelería o banderolas a un solo color, el rojo, bien en positivo o en negativo, lo que abarata algo (o mucho si se sabe negociar presupuestos) los costes finales.

El “Tú” se ha empleado muchas veces en política. Es una interacción fácil con el votante, dándole importancia, capacidad de decidir y elegir, de trasferir a él la importancia de la decisión final. 

“Tú eres el importante”, “Tú decides”, “Se hará lo que tú quieras”, etc. Frases vacías y mentirosas. Si le añadimos “mueves Europa” es para partirse por la mitad. No cuela ya, pues la gente o no lee los carteles o sabe qué se quiere decir en ellos. Mal. En cuanto al otro “Socialistas para Europa” lo veo mucho más lógico y eficaz, más real y creíble, apelando al sentimiento de ser una de las dos grandes fuerzas en Europa. Se olvida del nombre del partido en un guiño positivo apelando solo al grupo socialista europeo de forma indirecta. 

Curiosamente en ambos carteles —seguro que tendrán otros escondidos— no sacan la figura de la líder que acude a Europa. Pueden que no les guste su tirón electoral, puede que se lo quieran guardar para ver por donde van los carteles del PP.

¿Por qué las personas rotas solo se rodean de más personas rotas?

Curiosamente conocemos a muchas personas rotas que solo son capaces de amar a otras personas con similares problemas. 

La ayuda para vencer sus dolores les debería venir de otras personas comunes, pero solo son capaces de encontrar a su lado a personas llenas de heridas muy parecidas, lo que convierte los problemas en círculos viciosos que se van alimentando mutuamente. 

Lo curioso es que no se atraen por la similitud de vidas, pues muchas veces las heridas son totalmente distintas, nada les sirve para que les ayuda a lamerse las cicatrices tan distintas. Pero se rodean solo de personas mal golpeadas, vulnerables, sacudidas por el dolor o molestas por patadas en los riñones habituales de vidas conflictivas.

Es como si el dolor uniera, cuando en realidad lo que estas personas buscasen fuera la comprensión, la paz interna compartiendo los problemas, la tranquilidad, el sosiego, la normalidad personal rodeándose de personas con problemas que compartir. 

Tras cualquier golpe vital hay que buscar otra vez la normalidad, que precisamente suele ser lo más normal, lo más habitual para ser encontrada. 

La gran duda es qué sucede una vez que una de las dos personas logra superar sus problemas. ¿Sigue existiendo la relación entre ambos en igualdad de intercambio vital?

Posiblemente en estos casos de personas que se atraen por afinidad ante los problemas, lo que existe por dentro es una falta de cariño y entendimiento exterior a sus problemas por los que les rodean, y eso hace que busquen personas afines con las que compartir sus dolores, que siempre son escuchados por esa otra parte, pues en el fondo son similares vidas en el dolor que les atrapa.

Ante un familiar o amigo que tenga problemas, lo más importante (aunque no lo único) es escuchar, entender, comprender y volver a escuchar.