21.4.14

¿Por qué las personas rotas solo se rodean de más personas rotas?

Curiosamente conocemos a muchas personas rotas que solo son capaces de amar a otras personas con similares problemas. 

La ayuda para vencer sus dolores les debería venir de otras personas comunes, pero solo son capaces de encontrar a su lado a personas llenas de heridas muy parecidas, lo que convierte los problemas en círculos viciosos que se van alimentando mutuamente. 

Lo curioso es que no se atraen por la similitud de vidas, pues muchas veces las heridas son totalmente distintas, nada les sirve para que les ayuda a lamerse las cicatrices tan distintas. Pero se rodean solo de personas mal golpeadas, vulnerables, sacudidas por el dolor o molestas por patadas en los riñones habituales de vidas conflictivas.

Es como si el dolor uniera, cuando en realidad lo que estas personas buscasen fuera la comprensión, la paz interna compartiendo los problemas, la tranquilidad, el sosiego, la normalidad personal rodeándose de personas con problemas que compartir. 

Tras cualquier golpe vital hay que buscar otra vez la normalidad, que precisamente suele ser lo más normal, lo más habitual para ser encontrada. 

La gran duda es qué sucede una vez que una de las dos personas logra superar sus problemas. ¿Sigue existiendo la relación entre ambos en igualdad de intercambio vital?

Posiblemente en estos casos de personas que se atraen por afinidad ante los problemas, lo que existe por dentro es una falta de cariño y entendimiento exterior a sus problemas por los que les rodean, y eso hace que busquen personas afines con las que compartir sus dolores, que siempre son escuchados por esa otra parte, pues en el fondo son similares vidas en el dolor que les atrapa.

Ante un familiar o amigo que tenga problemas, lo más importante (aunque no lo único) es escuchar, entender, comprender y volver a escuchar.

El desempleo juvenil en España es del 55%. ¿Qué debemos hacer con la F.P.?

Desde el Centro Europeo de Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) el maltés James Calleja nos avisa de lo que deberíamos saber todos nosotros en España. La FP no enseña bien lo que se necesita en el mercado laboral.

El desempleo juvenil en España es del 55%. Pero en Alemania es del 7,9% o en Holanda del 11%. Y no se nos cae la cara de vergüenza. 

Es el futuro después de ser ya el presente. Y los españoles sabemos bien qué necesitamos, pero en cambio no hacemos lo suficiente para lograrlo.

No se enseña lo que se necesita. Hablo de contenidos, no de familias y ramas profesionales.
No hay una unión entre la Secundaria y la Formación Profesional
No se enseña a crear empresas, a ser emprendedores.
No se enseña suficiente a trabajar en equipos, a lograr inversores externos, a presentar proyectos que logren convencer.
Hay que lograr que baje el abandono escolar, que se alargue el periodo formativo.
Hay que buscar más puentes que sirvan con control y calidad para ascender en los procesos formativos, facilitando el paso entre los distintos sistemas formativos.
Hay que potenciar la formación por la formación, no por tener un “diploma”. Internet es un buen vehículo de formación no reglada y gratuita, de formación complementaria que debería ser fomentada desde organismos públicos.
Hay que asumir que debemos ser alumnos toda la vida, adaptarnos a los cambios tecnológicos de nuestra profesión. Aprender sin tener que ir a la Universidad es posible.
Hay que encontrar sistemas de certificación que validen lo que cada persona va aprendiendo en su vida laboral y en su proceso formativo continuo.