3.4.14

La literatura fácil y terminada o la literatura en bruto y abierta ante el lector

La literatura es viajar, es perderse o abandonar el momento, y como en casi todas las artes necesitas abstraerte para disfrutar. Incluso para saborear lo más básico de ellas. La pintura es imposible de entenderla si no te olvidas del momento que te envuelve al acudir a verla. La música logra ella sola trasladarte a "su" mundo y no es posible escucharla bien si antes no te has dejado atrapar.

Da igual escribir o leer para disfrutar de la literatura, en ambos casos estas creando mundos. Uno con letras mientras escribe y el otro imaginando lo que otros han creado con pinceladas gruesas. Los detalles los pone el lector. Quien termina el libro es el lector, cada uno de nosotros al leer la obra.

El cine nos lo pone más sencillo, no hay que imaginar, solo dejarse atrapar por el ambiente pues todo te lo dan terminado (o casi), pero la abstracción del que mira debe ser total si se quiere disfrutar viviendo en el mundo que nos entregan. El cine es literatura terminada, por eso a veces nos gusta menos que un libro, pues no podemos intervenir en nada que no sea disfrutar o sufrir.

2.4.14

La cena entre Mariano y Teodoro no se ha celebrado. La culpa el Real Madrid

Mariano al final ha decidido no cenar con Teodoro, que aunque parezca un asunto entre cuñados es un lío petrolífero entre "mandamases" que hablan poco, que precisamente este ha sido el problema.

-¿Y de qué le hablo yo a Teodoro si no lo he tratado nunca?- le preguntaba a su asesor un Mariano algo asustado.
-Pues del calor de esta primavera en Guinea, que seguro que hace calor. Y le preguntas por su hijo, que es muy dicharachero. Recuerda Mariano, que Teodoro tiene mucho petróleo- le espetaba el asesor que no sabe bien donde pilla Guinea pues hay varias yen casi todas manda alguien como Teodoro.

Pues eso, que al final Mariano ha decidido no ir a la cena. Alguna excusa le habrá puesto: dolor de tripas, el terremoto de Chile, el partido del Madrid con el Borussia. El hombre, el Mariano, ha debido pensar con acierto que si no es capaz de hablar con Arturo "el Catalán" que representa democráticamente a seis millones de españoles, no tiene mucho sentido que se vaya a cenar con Teodoro que representa dictatorialmente a poco más de un millón de ciudadanos que ya decidieron hace 45 años que no querían ser españoles. Que al menos con Arturo "el Catalán" le invitará a cava en la intimidad. Esperemos que no se cabree Teodoro y nos de un Golpe de Estado.