23.3.14

Cuando hablo de política no me lee nadie. Cuando hablo de sexo si. Ilógico

Cuando hablo de política cada vez me leen menos. En cambio cuando hablo de asuntos temáticos o de artes y luces me van aumentando los lectores como gotas de chirimiri, lentamente pero calando. 

Ya no es que cada vez interese menos la política entre los que pasan de esto, sino que incluso entre los fieles de la política hay un cansancio creciendo que les hace abandonar todo lo que huela a sociedad o política. Tan cansados estamos para nada que ya se van rindiendo los más irredentos o se convierten en más violentos los que se caen hacia el otro lado de las posibilidades. 

-¿Y que hago yo hablando de esto si no me van a leer?- me pregunto
-Eso digo yo. Voy acabando ya, que les aburro- me respondo yo mismo que soy el único que se va a leer.

O estoy aquí o estoy huido. Depende y no sé de qué

Sentirse ciudadano de muchos sitios es pesado pues necesitas siempre la cueva para descansar, para tocar "tula" o para sentarte y mirar los alrededores. 

El caso es que muchos necesitamos tener el referente de los chiqueros, nos acorralamos hacia los maderos en busca del cobijo. 

Pero el tiempo que pasamos alejados de las tablas, en medio de la plaza pública lejana y diferente, disfrutamos como chiquillos conociendo paisajes, personas, artes o sensaciones. 

Es la duplicidad de necesidades. Estar aquí o estar huido. Moverte con el viento, como el viento.