17.2.14
Tras descubrir la revista Jot Down me ratifico. El día tiene pocas horas
Hoy no he salido de casa, dando vueltas a algunos proyectos que no terminan de cuajar, de tomar cuerpo en mi cabeza. A partir de las seis vueltas de tuerca, un proyecto hay que tirarlo a la basura si no te ha encantado. Llevo cinco y no les veo luz clara. Mañana asaltaré la calle pues tengo que recibir aire fresco en la cara y ver a gente. Esta semana va a ser complicada y llena. Se acabó mendigarle a los sesos ideas nuevas, si no hay frutos, hay que volver a plantar. Hoy he descubierto la revista "Jot Down" y me ha parecido encantadora de serpientes, en serio. Fresca, osada, atrevida, interesante y bien diseñada. Llena de páginas para leer con calma sean reportajes, entrevistas o artículos no muy largos. Es tiempo de la síntesis, de lo corto, del poco tiempo, del minimalismo y el blanco. Es curioso que todos los días me lleguen cientos de páginas para leer y aun me considere que leo poco. No mido bien casi nada.
16.2.14
España no debe consentir actos como los de Ceuta. Es inhumano callar
Lo acontecido en Ceuta debería llenarnos a todos los españoles de rabia y dolor, pues no es de una sociedad aceptable que se dispara a escasos metros de unas personas que están luchando por salvar su vida en un medio tan hostil como es el mar. Y que los responsables de un país mientan al explicar lo sucedido cambiando varias veces de versión es insoportable para una sociedad que se quiere considerar europea y moderna, útil y capaz.
Sin duda la inmigración descontrolada es un problema, pero la solución nunca puede ser tratar como animales a las personas, obligadas a buscar su futuro ajenas a las normas que todos nosotros nos damos para defender los particulares privilegios racista del primer mundo. No hacemos lo suficiente por resolver los problemas de aquellas partes de la sociedad globalizada más débiles, sean africanos a aragoneses, pensando que siempre son "otros" los que sufren. Hasta que son los vecinos, hasta que se nos acercan.
Pero seguimos dormidos como sociedad, aceptamos incluso que es lo correcto comportarse sin humanidad para evitar perder privilegios de raza. Somos racistas aunque odiemos que nos lo digan. Y seguimos sin querer saber nada.
Es cuestión de tiempo que aprendamos a intuir que resolver bien estos asuntos es asegurarnos nuestro futuro, es ser egoístas inteligentes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)