10.1.14

El comercio es la significación de creer en lo que se intenta vender

Paseando por esta Barcelona tan múltiple uno se encuentra tiendas de todo, algo que en la mayoría de las ciudades ya no hay. El comercio es la significación de creer. Uno solo puede ser capaz de vender aquellos sobre lo que cree. Y en Barcelona veo a muchos creyentes de productos que en muchas otras ciudades ya no hacen creer. 

Me interesa la cultura. No para consumirla pues no daría abasto, sino para verla consumir que es otro tipo de gozo. Y en Barcelona venden cultura raída, vieja, usada, de segunda mano. Pero la venden como nueva. Y sobre todo la ofrecen como muy válida. La cultura no tiene edad, incluso yo mismo leo a los griegos viejos y me siguen sorprendiendo. Que un libro esté sobado le entrega vida pues antes procuró enganchar a alguien que hoy no sabemos si sigue vivo o cambió de espiritualidad. Si le quitamos el polvo a un poema con un siglo, lo podemos entender como si estuviéramos leyéndolo en una pantalla, pues lo que motiva no son siquiera las palabras sino lo que reflejan dentro de nosotros. Todo el resto son herramientas.

9.1.14

Ni monárquico ni republicano. Soy un ciudadano indeciso que duda de España

No soy monárquico ni Juancarlista, para de entrada dejarlo claro, diríamos que por lógica soy republicano aunque en los últimos años voy dudando de todo. La Jefatura del Estado es algo muy serio que no se puede dejar en manos de políticos jubilados, de ancianos convencidos del papel histórico de morir en el sillón, ni en poder de alguien que solo quiera figurar para facilitar el papel del Presidente de Gobierno que corresponda.

Yo debería creer más en un Presidente de República tipo al francés o norteamericano, con poder y rasmia, con un papel en la Constitución muy diferente al que tiene hoy el Rey. 

España necesitaría un Presidente de República muy presidencialista pero antes los españoles deberíamos aprender a votar con calidad europea, algo de lo que hoy tengo dudas serias de que no se nos haya olvidado en la última década. ¿Os imagináis a Aznar o a Bono de Presidente de la República?

Estamos atravesando el desierto del hundimiento de España como Estado importante y esto nos arrastra a toda la sociedad española. Una vez que perdamos en el Mundial de Fútbol solo nos quedará reconquistar Eurovisión con alguna canción pegadiza o flamenca. Y seguir avanzando en el desierto. Estamos demostrando que somos grises y deslavazados y así nos costará mucho recuperarnos. O nos ponemos todos a trabajar mucho más o se nos olvidará qué fuimos hace dos décadas.