Me siento mal, la verdad. Sé que Rajoy y el Gobierno van llamando a periodistas para que hablen bien de España, de la crisis, de la
salida por fin de la recesión, del Gobierno. Y a mi no me ha llamado nadie.
Quieren trasmitirnos la mentira de que hay que ser positivo,
optimista. Y en verdad funciona la mentira. La economía es así de tonta,
funciona a golpe de sustos o de “desustos”, que es lo contrario.
Pero a mi no me ha llamado nadie. Ni un simple militante del
PP, uno de base, alguien en nombre de algún simpatizante. Nada, nadie.
Así que yo no me siento obligado a hablar bien del Gobierno.
—¿Y si te hubieran llamado, hablarías bien del Gobierno?
—Hombre, si me llama Mariano sí, faltaría más, podría fardar
entre los vecinos. Lo podría poner en el blog con un escapulario ¿no? ¡He sido
de los elegidos!
Eres un fariseo, me digo a mi mismo. Pero de momento, además
de fariseo soy un inútil pues no me han llamado. Por cierto ¿A cuantos
periodistas conocidos han llamado con esta misiva? ¿cuantos de los que se lo
callan, han asentido? Y luego se quejan de que cada vez venden menos periódicos.
Es tan sencillo como poner en primera plana algo parecido a esto.
¡A mi no me ha llamado Mariano!
