31.7.13

Estamos aprendiendo con la crisis a ser más listos y defendernos?


La situación económica lleva muchos años herida, no tenemos duda, pero aparecen algunas pequeñas luces que nadie llamará ya (y nunca) brotes verdes, y que pueden llevarnos por un camino lento hacia la recuperación. Posiblemente no para todos en la misma medida.

Aunque lo cierto es que ahora se ven también lo que llamamos disfunciones económicas y que muy posiblemente sean cambios en nuestras maneras de entender como ciudadanos y consumidores, el uso de nuestros dineros (nu - es - tros). 

Menos consumo, cambios de hábitos, diferentes maneras de entender nuestra relación con los bancos y con las inversiones, etc.

Es (casi) seguro que cuando salgamos de este crisis ya casi nada sea igual que antes. Cada uno de nosotros habremos realizados cambios muy importantes en nuestras maneras de entender el consumo, el gasto, el ahorro, las inversiones, las relaciones laborales y el respeto a la política. 

¿Pero cuanto cambio, de cuanta duración, hacia dónde?

Esto, que nos parece lógico, es también complicado para la economía pues alterará los sistemas con los que el capitalismo nutre sus beneficios. Vamos, que les estamos obligando a cambiar las trampas que nos hacen. 

Lo curioso será que en vez de aprender nosotros a defendernos, los que somos ciudadanos normales que trabajamos y consumimos…, como no cambiemos muy en serio nuestra relación social con los que dominan y controlan “el sistema”, lo único que conseguiremos es que cambien ellos en la misma medida en que cambiemos nosotros, para adaptarse a nuevas trampas. 

Así lograrán que nada cambie. Pero nosotros seremos los responsables (y culpables) por dejarles hacer. Ahora ya venimos aprendidos de la crisis.

En la ansiedad y estrés los MÁS IMPORTANTES somos nosotros mismos


El estrés y la ansiedad (no son iguales, ojo) nos afectan a todos por igual. Incluso en la misma cantidad inicial. Lo necesitamos incluso para sobrevivir en esta vida normal, incluso aunque pensemos que en la actual sociedad todo es más complejo y complicado.
Pero aun sufriendo todos por igual la misma o parecida cantidad de estrés o ansiedad, es muy cierto que no todos los soportamos por igual, no a todos nos afecta igual.
Todos somos distintos, unos más frágiles, sensibles, duros o toscos. Cada uno de nosotros entendemos de distinta forma los ataques, los golpes, las patadas, las caídas. Y es aquí donde radica la diferencia entre un estrés o ansiedad normal y un estrés o ansiedad patológico o de complicada salida.
No todos somos capaces de tolerar por igual el estrés o la ansiedad básica y en la medida en que no podamos dominar los niveles básicas, estos irán aumentando logrando que sean más y más complicada salir del bucle.
Pero aunque es cierto que se puede ayudar, más cierto es que deberemos salir nosotros mismos de estas situaciones, en el momento en que podamos. En estos procesos los MÁS IMPORTANTES somos nosotros mismos. Los más capaces para dominarlas somos nosotros mismos.