7.7.13

"Hacia una estructura federal del Estado" puede ser un buen principio federal


En el documento del PSOE aprobado hoy con el título de “Hacia una estructura federal del Estado” se nombra a Aragón dos veces. Una sobre los caminos andados hasta la fecha basándose (aunque levemente) en su diferencialidad histórica y en la otra ocasión sobre nuestras particularidades en derecho civil. Parecen pocas para salir junto a Rubalcaba el Presidente del PSOE aragonés dando la cara en los medios.

El documento es un amplio camino en donde se marca un posible recorrido que se modificará en cuanto entre en los despachos de las negociaciones diversas. Si es que entra. Pero es un buen punto de partida.

Y lo es por que se queda a mitad de camino entre lo que desea un PP centralista y una parte del PSOE todavía jacobina, pulido por la otra parte del PSOE y PSC más federalista acercándose al sentido común y a una IU que también estaría dispuesta a empujar hacia el federalismo. Y queda lejos todavía de lo que desean los nacionalistas vascos, catalanes o aragoneses por poner ejemplos. Pero un “lejos” a diferente distancia según sensibilidades nacionalistas, con matices suficientes como para ser un documento capaz de ser analizado y modificado.

Aragón esta vez no se puede quedar fuera de la primera línea del federalismo. Por pocas semanas nos quedamos fuera del desarrollo federal o nacional en tiempos de la II República y ahora esto nos lleva al ostracismo constante. Por incapacidad del PAR nos quedamos anclados en el desarrollo a través del artículo 143 en vez del 151 en tiempos de la Transición. Pero esta vez no debemos volver a equivocarnos,. Por derechos históricos y por derechos civiles, además de por lenguas propias y por territorio y sociedad, Aragón debe estar entre los territorios que sean Estados dentro de un país federal plurinacional. La nacionalidad aragonesa debe estar en igualdad de condiciones políticas a la catalana, la vasca, la navarra o la gallega. Y sin entrar a valorar si deben estarlo otras más, la aragonesa sin discriminar a otras, debe ser como estas.

A partir de este punto y basándonos en principios como los planteados en el documento del PSOE, que está abierto a ser modificado con las negociaciones de todos, desde los consensos generosos y la visión histórica de la reforma constitucional, me parece un documento válido para comenzar a plantearnos todos que parte de la solución histórica de España pasa por que se avance hacia el federalismo.



6.7.13

Sondeo electoral Gesop julio 2013. ¿Fin del bipartidismo?


Este fin de semana, la empresa GESOP para El Periódico nos enseña otro retrato electoral más, que vuelve a confirmar la imagen de una España que va perdiendo fuerza ese bipartidismo negativo, aunque no arranca del todo la opción del recambio político ante unos grandes bichos, amigos y enemigos a la vez, que han convertido a nuestro país en un desierto de credibilidad política.

No me gusta el bipartidismo, aunque reconozco que en algunos países funciona bien y son una garantía de estabilidad. Pero España es otra cosa y aquí tras la Transición, quedó demostrado que al menos cuatro fuerzas políticas estatales con posibilidad de subir o bajar, son un sistema más lógico que evita abusos. Como es malo un sistema que permite mayorías absolutas que además se enquistan y se multiplican en todos los órdenes de poder habidos y por haber.

Pero volvamos a los datos de GESOP.

Un PP que pierde fuerza a raudales pasando de 186 diputados a una horquilla entre 118 y 122.

Un PSOE que pierde gas bajando de los ya paupérrimos 110 diputados a los entre 104 y 107.

Una IU que agrupada junto a ICV podría pasar de 11 a entre 48 y 50 diputados.

Y una UPyD que de 5 pasaría a entre 31 y 33 diputados.

Baja CIU, sube ERC y agrupa a los vascos y al resto en un paquete de “otros” que también subiría en unos 10 diputados más.

Si tenemos en cuenta que votaría el 50% y de estos menos del 55% lo harían al PP más el PSOE, salen unas cuentas horrorosas para los que gobiernas y los que aspiran a gobernar. Menos de 25% de los españoles con derecho a voto lo harían a la suma de las dos opciones mayoritarias. Eso es de una falta de credibilidad e incluso legalidad social, que preocupa a los analistas, entre los que me incluyo.

En la misma página de internet puede responder a la pregunta si le parece positivo o negativo que se acabe el bipartidismo en España. El 91% (con casi 3500 votos) cree que el bipartidismo es malo.