12.5.13

Rebelión tranquila e inteligente contra los dinosaurios

Lo dice muy claro hoy José Luis Trasobares, el PP de Aragón está gobernando a golpe de multa a quien osa menearse de la acera contraria. Tienen miedo a la gente de la calle, a los ciudadanos que votan aunque no les voten a ellos. Pero lo curioso es que también tienen miedo a los que les votaron pues saben que se están escapando por la gatera. El PP tiene aguas y nadie desde dentro entiende nada.

El PP tiene aguas y el PSOE tiene un terremoto interno. Pero hay que disimular. Las encuestas no valen, según todos ellos, pues son una fotografía, si acaso un vídeo, pero nunca el final de la historia.
Y es verdad, el final puede ser mucho peor. Es cuestión de leer un poco y darse cuenta que si algo puede empeorar, que no dudemos, empeorará.

Hace dos años del 15M de 2011, aquella maravilla de movimiento de jóvenes que se disolvió como azucarillo en agua caliente. No dio sabor y si acaso algo de temor hasta que los listos de siempre lograron entrar dentro y desmantelarlo poco a poco. Es una pena que no lograra criar a media docena de líderes nuevos, si acaso a uno, y que no tuviera continuidad desde sus casas y despachos, en forma de rebelión nueva.

Rebelarse no siempre debe ser con cara de amargados y los palos en la mano, hay muchas maneras de rebelarse y la que más jode es la nueva de hacerlo en silencio y con inteligencia. Cuando un problemas es complicado para poderlo resolver hay que mirarlo desde otra óptica, más nueva y diferente, para pillar desprevenidos a los viejos dinosaurios.

11.5.13

Curiosamente también hay entierros alegres

Ayer fui de de entierro alegre. No de personas sino de cueva, de vivienda, de vecinos. Junto a estos almacenes de cajas por los pasillos hay historias y sentimientos, recuerdos y vida. Cuando lo vuelva a colocar todo en la nueva vivienda nada quedará igual, todo se posicionará en una nueva vida, cobrando nuevos movimientos.

He realizado fotos de todos pero no para copiar sus posiciones, sino para recordarlas con los años, como si fueran familiares que se han ido a otro viaje, son mi compañía ya. Entre las ropas y los platos, entre las cerámicas y los libros aparecen fantasmas olvidados, sensaciones que quedo con ellas para darles más vida en la nueva casa. Luego todo será aleatorio y no me acordaré de las nuevas promesas. Soy un inconstante.