5.3.13

Andador para niños etíopes con serias dificultades para andar

 En Etiopía la madera es un activo importantísimo. Fácil de modular, sencilla de construir con ella todo tipo de herramientas que ayuden en la vida, y un material que se emplea mucho más que en otros países para todo tipo de usos.

En una residencia de niños con graves dificultades, en la ciudad de Sebeta, Etiopía, nos han solicitado ayuda para crear este tipo de andadores para niños con parálisis cerebral.

 Simplemente hay que llevar desde España las ruedas o aquellas partes que le confieran más estabilidad al andador que ellos mismos nos plantean, para poder crearlos y fabricarlos allí, entre los propios trabajadores nativos de la ONG.
 Simplemente es un ejemplo para todos nosotros, de que con poco se puede hacer mucho. Aquí en el blog no pido nada, no es necesario, simplemente intento mostrar lo poco que a veces se necesita para resolver problemas. Y lo importante que es para ellos que simplemente se facilite el sistema para que los propios trabajadores de Etiopía los realicen, tras terminar de diseñarlos aquí. Es más barato y más útil ayudarles a que lo fabriquen ellos, pues por menos dinero se pueden hacer muchos más andadores que ayudan a muchas más personas.

El otro día me siguió un espía y me sentí importante

Los espías ya no son lo que eran, ahora te los puedes encontrar en la obra, de camareros o paseando con el perro por el parque. Te vigilan mejor que antes, sin que tú sospeches, pero ya no van de guapo ni utilizan coches que disparan gases por los retrovisores. Si acaso llevan una cámara de fotos de lo más pequeña y con zoom muy largo. 

Luego están los espías que te miran los email sin tú saberlo, te vigilan a qué páginas acudes cuando te aburres o saben lo que has hablado con tus amigos por el móvil, lo cual además de aburrido (para ellos) es muy pesado.
Yo tengo algunos seguidores en Twitter que estoy seguro son vigilados por los espías, así que seguro que a mi también me están espiando. Es que si no te sientes espiado es que ya no eres nadie. El viernes mientras acudía a preguntar en Andorra por el precio de una pila para una cámara vieja, un espía se nos puso cerca para escuchar si intentábamos comprar una cámara de las caras. En cuanto se percató que íbamos de pobres nos abandonó pero sospechó que yo le había pillado y nos estuvo siguiendo un rato con la mirada. Me sentí importante, lo juro.
Creo que incluso puedes alquilar a un espía para saber a qué se folla tu santa pareja o con qué jetas van tus hijos por las noches de los jueves. Y es que simplemente queremos saber más y más, para no hacer nada de nada. Así somos.