25.2.13

Qué opinan 8 afiliados de distintos partidos políticos de izquierda

Esta semana he tenido la oportunidad de hablar con 4 militantes del PSOE (3 con cargo), con 2 militantes de CHA (1 con cargo) y con 1 militante de IU (con cargo). Todos mis encuentros han sido a título individual y por separado. Los cargos han sido en todos los casos básicos o medios. Hábilmente he hablado con todos ellos de los mismos asuntos buscando sinergias, coincidencias o ideas distintas. Veamos en que coinciden casi todos o todas. Perdonar amiguetes, pues algunos sé que me leéis por estos lares.

Las cúpulas de los partidos no escuchan, van a su bola y hacen como que les importa escuchar, pero solo cuando ellos quieren, y no aceptan las divergencias, no les sirven.
La sociedad no quiere escuchar asuntos que no les afecten directamente, pero en cambio seguimos muy preocupados en temas menores, en el sexo de los ángeles o en las fiestas mayores de los barrios.
Hay información de la organización que no llega a los militantes y debería ser fundamental, incluso asuntos que se malinterpretan o se manipulan para incluso regalar oídos o para degradar a contrincantes dentro del mismo partido político.
Mientras haya en las cúpulas de los partidos políticos, mandatarios con años de experiencia, será imposible una convergencia de la izquierda pues los odios personales entre dirigentes de izquierdas vecinas parecen  casi infinitos.
Se asume que ya nunca volverá a ser nada igual, pues no es una crisis sino un cambio sistémico, del que nadie sabe bien definir y diseñar la salida, el futuro. Es como si supiéramos la enfermedad pero no tuviéramos ni idea de la medicación.
Se observa un agotamiento cierto, una derrota asumida con anterioridad, un decaimiento que incluso se desea para abandonar posiciones y volver a las cuevas. Una debilitación de la organización pero también de las personas.
En efecto la imagen reflejada es dura, jodida más bien, con algunas divergencias significativas, sobre todo en el orden de prioridades que afectan a la sociedad según se tenga o no capacidad para tener que gestionar. Pero sí hay un profundo mareo mental, incluso grandes dudas a la hora de seguir trabajando y estoy hablando de 8 personas militantes (me incluyo) de las cuales 6 tienen algún cargo político fuera del interior de su organización y 2 dentro de su organización. Es decir, aunque pequeños o en un caso mediano, se les puede considerar políticos que representan. No representan a nada, son un detalle, un simple destello, un desenfoque. Pero a veces es contagioso.

24.2.13

Recuerdo el 23-F con intranquilidad, pero con satisfacción también

Uno, que vivió el 23-F con impertinente cercanía pues en aquellos años o estabas o pasabas de todo, cada vez que vuelven a recordarnos aquella noche me entran la mismas dudas.

Acabo de ver la película de Chema de la Peña sobre la tarde noche del 23 al 24 de febrero de 1981 y siendo una buena película en clave documental aceptada en sus planteamientos como los ciertos, debo reconocer que se moja muy poco para ser una película moderna, del año 2011, y que aporta muy poco a la necesidad de cerrar un capítulo de nuestra historia que nos marcó sendas. No todo pudo ser como se cuenta.

Cuando hablamos de la Transición y tras analizar lo que criticamos, se nos olvida muchas veces de donde venimos, en qué punto estábamos, quieren éramos entre 1975 y 1985. Para escribir bien las historias, se debe como poco tener unas buenas plumas y un buen papel. Y en aquellos años eran más las piedras en los caminos que los botijos con agua fresca.