15.2.13

Primer boceto (peligroso) de la Ley de Administración Local


La Ley de Administración Local, reforma municipal sumamente peligrosa si nos equivocamos en su contenido —como ya se preveía— ataca directamente a los partidos políticos alejados del bipartidismo. Simplemente logra que desaparezcan de los Ayuntamientos medianos y pequeños todos los partidos políticos que no sean el PP o el PSOE (de momento).
Hay que asumirlo así y tomar (si acaso) las decisiones que correspondan, pues está claro además que si bien el PSOE intentará desde su minoría logran cambios, está encantado de conocerse y de aplaudir por lo bajito, aunque se oponga desde la boca vacía.
La inmensa mayoría de los concejales en la actualidad, ya no cobran nada, pero impedir por ley que el 82% de ellos, unos 55.000 de unos 68.000 concejales, es una simplificación tremenda y una falta de respeto al trabajo de todos ellos, que asombra. Más cuando se está viendo el juego de sobres entre “los jefes” políticos, mientras que castigan a los que más curran por sus vecinos a la nada.
Efectivamente es una buena manera de que en política solo estén (estemos) los que realmente les gusta la politíca. Pero perdemos en el camino a los que valen para la política. Yo nunca he cobrado un euro, así que no me afecta. Yo nunca puedo aspirar a cobrar un euro, así que tampoco me afecta. Pero los trabajos hay que valorarlos y retribuirlos. No es lógico que la inmensa mayoría de la sociedad esté en su casa criticando y en contra unos pocos trabajando gratis por los demás. Algo fallará en la calidad del sistema. Aunque sin duda reconozco que los políticos nos hemos merecido una patada en los riñones.
En la misma medida en que reconozco lo ilógico en el número de Ayuntamientos tan numeroso, como lo es que se les otorgue a las Diputaciones Provinciales, elementos políticos caducos, un poder superior al actual previendo que muchos Ayuntamientos se queden sin posibilidades reales de poder resolver sus problemas o necesidades.

No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede

Debemos asumir, aunque cueste mucho entenderlo, que los humanos NO podemos controlar todo lo que nos pasa en la vida, que simplemente somos unas piezas de juguete que nos mueven las circunstancias, los aires de nuestra vida o incluso las vidas de los que nos rodean de cerca o de no tan cerca.

Decía Epícteto y nos lo recordaba hace unos días Rosa Montero, que: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”.
Esta diferenciación es fundamental para comprendernos. Lo grave no es lo que nos sucede, sino como entendemos y nos comportamos ante lo que nos sucede.
Lo que nos sucede a nosotros, le ha sucedido antes a millones de personas. Unas reaccionan mejor que nosotros, otras igual y otras peor. Los resultados de la acción no es ella misma, sino la reacción que provoca, la forma y manera en que nosotros reaccionamos ante lo que nos sucede.
No podemos evitar que nos sucedan ciertas cosas. Pero SI podemos reaccionar de una manera o de otra.