2.2.13

Hay que saber controlar la pasión verbal en exceso

No es bueno emplear la pasión con exceso, hay que controlarse y tener un estado de ánimo ante los demás que trasmita templanza. 

Para nos resultar vulgar ante los demás; nada como demostrar que sabes controlarte y que eres capaz de dominar las situaciones que van apareciendo. Y si la pasión te está inundando los sentimientos, lo mejor es no actuar, esperar a que venga la calma, cambiar nuestra forma de actuar, no decidir de cualquier forma pues perderás parte de tu reputación y los disgustos envolverán tus acciones.

La mejor manera de responder es desde la tranquilidad, sin olvidarnos de que la templanza no debe esconder la contundencia de nuestras decisiones. Podemos y debemos ser claros en nuestras decisiones, mantener nuestras posturas, pero sin tener que perder la calma, sin añadir pasión y violencia verbal a nuestros planteamientos.

Con la calma se puede conseguir casi lo mismo que con la potencia desmedida, así que elije. Entre ser considerado capaz pero también templado o ser considerado capaz pero excesivamente violento: ¿Tú a quien respetaría más?

Ya no hay que hablar. Ahora toca dimitir e irse a casa

¿Y a partir de ahora, qué? El daño que se está haciendo a la política en España es gravísimo, las posibilidades de salir bien de esta basura son muy pocas, los pasos a dar son complicados y no hay carácter para darlos. La sensación y la mezcla de varios casos de corrupción de muy alto nivel están llevando a España a una situación tan grave como la de aquel enero y febrero de 1981.

Podemos pensar que no sucede nada, podemos incluso buscar excusas y creernos milongas, podemos estar convencidos de que todo es un gran invento, pero la sensación social es muy otra y las pruebas se amontonan en una dirección que nos lleva al vertedero.
En situaciones como esta, solo las grandes alturas de miras, el convencimiento de que por encima de todo está el país o el Estado o ambos, nos pueden salvar del colapso. No será sencillo salir de la crisis económica, pero de esta crisis política y de Estado va a ser imposible si no ponemos remedio con urgencia a modos y a vicios, a sensaciones y a miedos, a faltas de respeto y a trasparencias.
Hay que cambiar tantas cosas que parece imposible hacerlo. Pero en cambio todos coincidimos en que debemos realizar este cambio o no saldremos con la cabeza alta de este barullo. La papilla vomitada es de tal carácter, que nos va a manchar a todos nosotros. También a los que creemos que mirando hacia otro lado, es suficiente.
O se convocan elecciones anticipadas con urgencia. Una mala solución de cara al exterior.
O se dimite y se busca un Gobierno alternativo del PP con personas completamente nuevas que dirijan el partido de otra manera, liderado por una persona independiente tipo Monti.
O se forma un Estado de coalición en donde formen parte al menos 5 partidos políticos en un Gobierno de transición hacia un nuevo modelo de financiación política, con limpieza de todo lo que suene anterior al año 2010.
A grandes males, grandes remedios, o lo males seguirán creciendo. España no es un país de delincuentes o jetas, de chorizos o de recoge sobres. Si acaso es un país de tranquilos y de indolentes. CAsi no queda tiempo para evitar el ahogo.