7.10.12

Ya sabemos lo que va a durar la actual crisis en España

Esta semana desde varios foros se nos ha indicado por primera vez en público, cuanto se estima que va a durar esta crisis económica. Es un cambio de ciclo, no es una crisis simple sino varias enlazadas de las que no es posible ver todavía sus efectos finales. Pero si parecemos capaces ya de dar tiempos basándonos en situaciones parecidas en otros países y otras circunstancias históricas.

Estos ciclos de cambio suelen duras entre 8 y 12 años. Basándonos además en la suma de datos que ayudan a la aceleración de los cambios como la globalización, pero a su vez con tensiones que la vuelven más lenta como el no tener alternativa y la gran resistencia que las fuerzas financieras ejercen para que nada cambie, debemos intuir que este cicló será largo y que nos acercaremos más a los 12  años que a los 8.
Llevamos unos 2 años de crisis completa, cuatro si nos basamos en añadirle sus inicios irregulares y no admitidos por los gobiernos. Quedan pues entre 8 y 10 años de crisis, sobre todo en España.
Pero lo importante no es tanto su duración, como los efectos que tendrá en estos periodos sobre las personas y sobre las instituciones públicas y privadas, y de qué forma saldremos todos de ella.
Hoy sabemos que de momento no hay alternativa económica ni social.
Sabemos con certeza que vamos a salir más pobres.
Aceptamos que los países emergentes están subiendo, mientras que los países occidentales clásicos están perdiendo poder de todo tipo.
Reconocemos que el gran problema en España es el desempleo, con tendencia a que lo sea en más países europeos.
No queremos asumir que la crisis se radicaliza en España por la crisis inmobiliaria y que la solución (mala) es tener que bajar el precio de la vivienda a unos valores que complican mucho la realidad contable de los bancos.
Admitimos que de la actual crisis no son capaces de salir Portugal, Grecia, España, Italia o Irlanda sin quitas importantes en sus deudas, algo hoy impensable.
Consentimos (pues somos los responsables nosotros) que no tengamos líderes políticos que demuestren capacidad para gestionar y plantear nuevas alternativas.
Nos preocupa mucho más la inflación que la pobreza, más el déficit que el desempleo, más la deuda que la reactivación.
En estos al menos 8 próximos años surgirá la solución, el cambio, la diferencia con lo actual. Si no es así, su duración será mucho más larga. Esto solo se arregla con modificaciones suficientes en los comportamientos especulativos y decisiones atrevidas en la economía pública.

Insisten los gallegos en no cambiar. ¿De quien es la culpa?

La Voz de Galicia publica hoy otra encuesta sobre intención de voto en Galicia que remarca la tendencia que los sondeos del CIS apuntaban esta semana en la dirección de que nada parece moverse en Galicia. Un PP en mayoría absoluta que ve aumentar con un diputado más, un PSOE que pierde 3 diputados, un BNG que se mantiene y una IU gallega que logra entrar en el Parlamento con 2 diputados

¿Cuál es el motivo de este NO cambio, con lo que está sucediendo en España?
Sin duda Feijoó lo ha hecho bastante bien, el PP tiene una sólida base en Galicia a la que le afectan negativamente los recortes, pero positivamente la actual situación de territorial en España, pero hay sobre todo un punto importantísimo en esta negación al cambio.
¿Qué está haciendo el PSOE? ¿qué representa la división de la izquierda en Galicia? ¿qué otro líder hay en Galicia que sea capaz de hacer creer a los gallegos que se puede salir con éxito de esta situación?
Si un equipo lo hace mal, pero el otro lo hace peor o es incapaces de representar futuro, sino pasado, si aparece dividido cuando no roto, los ciudadanos salen asqueados y tienden o a no votar o a hacerlo por lo más cómodo, lo más seguro.
Aun así estamos hablando de un 37% de indecisos y de un 22% de abstencionistas. Unas cifras muy altas que pueden mover los resultados finales, aunque los últimos mítines de Rubalcaba con 200 y menos de 100 personas asistiendo a sus palabras, indican por donde van los ciudadanos de Galicia y por donde va el PSOE.