5.10.12

Dudas sobre el sondeo o encuesta del CIS sobre Galicia

Publicados hoy 5 de octubre de 2012 los datos del sondeo del CIS para Galicia, me sorprende el nulo cambio que se observa en el mismo. Es como si nada estuviera sucediendo en España.

No me creo la respuesta a la pregunta número 20 (sentimiento nacionalista de los gallegos) y con ese dato me atrevo a dudar de los datos publicados, pues además se contradice con la respuesta 22 y con la 32.
No figuran datos de la posible merma que el partido de Mario Conde puede realizar al PP. Y no es muy correcto que se hayan realizado el mismo número de muestreo en Pontevedra y la Coruña que en Lugo u Orense. Aunque la suma total es incluso excesiva (por coste) para una encuesta de este tipo.
Y con sinceridad no me creo que IU (EU-Anova) obtenga tan pocos votos en global o que no tenga más del 3,5% de los votos en Pontevedra; no encaja con los datos publicados en otras opciones y sondeos.
Tampoco es sencillo de asumir los pocos votos que araña UPyD, ni en La Coruña ni en Pontevedra. Incluso me da la sensación que una abstención declarada del 13,1% es mínima y que incluso sumada al “no sabe y no contesta (un 25,1%)” es poco para los tiempos que corren.

¿Es Julio Anguita un referente contra el desierto político?

En esta travesía del desierto político que atraviesa España en esta década, cualquier líder mediano puede auparse pues sobre todo se necesitan referencias nuevas, capaces de trasmitir, de plantear alternativas, de tener una visión algo diferente de la realidad y del nuevo camino que hay que emprender.

Lo deseable sería disponer de un auténtico referente nacional, de una personalidad con carisma y conocimiento, con respeto e ideología abierta, que supiera trasmitir y además trabajar por una meta diferente. La empatía con la sociedad se sobreentiende.

En este desierto destaca Julio Anguita, retirado por propia voluntad de toda actividad política de primera línea, y al que sus simples discursos de intenciones están aupando a un puesto que muy posiblemente él no busca.

Pero fijémonos que hablamos en este caso de un antiguo líder, que perteneció a un lateral del espectro político, retirado y sin deseos de auparse. ¿Dónde están pues los lógicos viveros de políticos de recambio del resto de fuerzas políticas, sobre todo de las más representativas? Sería el ejemplo que ningún profesional del márquetin político intentaría hacer crecer. Tal vez ese sea su mayor activo, que es diferente a todos.

Que nadie dude que la sociedad reclama otras formas. Pero los políticos insistimos en los mismos discursos vacíos ya, en las nula soluciones que hemos demostrado absurdas, en las mismas ideas de mitad del siglo XX pero sin adaptarlas a las necesidades actuales. Es decir, efectivamente y aunque fastidie, el juez Pedraz tiene razón, aunque no sea muy correcto que él lo diga. “La clase política actual está (estamos) decadente”.

¿Pero qué dice Anguita de nuevo o de viejo? ¿qué nos vuelve a recordar este pensador de la izquierda comunista, cuando creíamos superada esta ideología?