27.9.12

Tiempo ¿Tiempo! ¡¡¡Tiempo!!! Lo único que necesitamos es tiempo.

Tiempo ¿Tiempo! ¡¡¡Tiempo!!! 

Me ha venido a la mente la palabra “tiempo” en su significado tal vez menos utilizado. La de petición, la de súplica, la que demuestra la necesidad de parar, de calmar el momento para estudiarlo y analizar las consecuencias.
El clásico “¡tiempo!” del baloncesto es el que mejor nos indica lo que quiero decir.
Todos necesitamos muchas veces parar de andar por la vida, tomar aire para recoger nuevos impulsos, respirar sin sobrealiento, para darnos cuenta de donde estamos y hacia donde queremos ir.
Nos pedimos tiempo, nos lo concedemos muchas menos veces de las necesarias, pero no siempre lo aprovechamos. Si, además eso, casi nunca lo aprovechamos. ¡¡¡Tiempo!!! ¿para qué?, tal vez para simplemente descansar de la batalla, para vernos reflejados en el agua, para buscar la salida, para mirar a los demás e intentar adivinar en su mirada qué estamos haciendo.
Es una nueva oportunidad, es buscar otro lugar, otro espacio, otro momento, otras circunstancias. Es una división para buscar otros motivos. Para recordar lo aprendido.
Muchas veces lo único que necesitamos es tiempo.

Rajoy y las personas que no acuden a sus citas

¿Qué quiere decir Mariano Rajoy cuando alaba a los españoles que no salen en las portadas de los Telediarios o los periódicos?¿quién le escribe los discursos, los mensajes a un Mariano torpe en sus palabras?
Las personas salen en las portadas muy a su pesar. A nadie le apetece ser retorcido por 10 policías en plena calle y que además su imagen de la vuelta al mundo. Si Mariano se cree que los españoles más válidos son los que se quedan en casa sin protestar y suma a esta gran mayoría a todos los que en un momento dado nos quedamos observando, es tanto como provocar para que seamos millones los próximos que salgamos a la calle a quejarnos. ¿Eso es inteligencia política?
Me gustaría recordarle que es muy peligroso hacer comparaciones por parte de personas responsables.
Ayer en su discurso ante la Asamblea General de la ONU el número de grandes políticos escuchando a Rajoy era mínimo, los vacíos en las imágenes distribuidas con cuentagotas, daban pena para España. ¿Debemos entender que a nadie le interesaba el discurso de Rajoy, de España? ¿tenemos que asumir que como la inmensa mayoría de los asistentes no estaban en sus sillones escuchando a Rajoy, ellos eran los importantes, los que no estaban, los que les importaba poco lo que fuera a decir Rajoy?