15.9.12

La manifestación de Madrid ha sido un fracaso y lo siento

Por los datos percibidos que tengo que ir buscando con lupa, la manifestación de Madrid ha sido un FRACASO. Y lo digo con mucho dolor, pero creo que no es bueno callarse. La derecha tiene sus razones y sobre todas ellas sobresale una. En la izquierda no estamos unidos, no sabemos defender lo que la gente mayor de 55 años conseguimos en años jodidos, los parados no parecen preocupados, ni los funcionarios, ni los trabajadores, ni los jóvenes, ni la clase media, ni los que buscan independizarse y crear familias, ni los jubilados, ni....

Lo mejor que nos puede pasar es que los fracasos vayan a más y que el PP sepa darse cuenta de que somos pocos y estamos en Babia. No sirven ya los apaños aunque sean mentales, el engañarnos para creer que engañamos a alguien. Debemos fracasar estrepitosamente para así darnos cuenta  

Una manifestación es lo/la de Barcelona. Lo de hoy en Madrid es un apaño, un excelente ejercicio de cabreados que viajamos en autobús pero que no sentimos que el resto de la sociedad se mueva para nada. Es como si los problemas no existieran más que para unos pocos, que además somos unos quejicas imbéciles.

Yo recomiendo hacérnoslo mirar, ayer decía que era imprescindible cambiar hacia el siglo XXI pues estábamos caducos. Pero si no queremos, si no tenemos bemoles, si no tenemos fuerzas, si en realidad somos capaces de lo que nos creíamos, debemos asumirlo y dedicarnos a ver el fútbol, que por cierto tiene más espectadores que las manifestaciones que nos parecían únicas.

La izquierda sigue sin tomar rumbo ni dirigir el descontento

A este gobierno le importa muy poco que millones de personas salgan a la calle a protestar o a indicar lo que piensan. Se esconden en su mayoría absoluta jugando con las reglas democráticas según le conviene. Una veces si, muchas veces no.

Pero si además no somos capaces de reunir a millones de personas lo mejor es ponerse a trabajar sobre otras posibilidades de trabajo social, de pedagogía política. Los partidos políticos siguen creyendo que viven en el siglo XX y que con mesas, manifestaciones, recogida de firmas o notas de prensa se deberían resolver los problemas. Nada hay peor que no saber evolucionar y la izquierda en España está demostrando ser tan antigua como el comunismo en la Alemania del Este.

La derecha está que se frota las manos, sabe que tiene que aguantar los embates de una ideologías asustadas a las que considera caducas, aplaudidas desde una sociedad desmotivada y desafecta sobre todo lo que suena a política. Han sabido desconectar la queja a costa de reírse de ella y no saber defenderla y explicarla desde la izquierda. Lo tenemos crudo, pero gran parte de la responsabilidad es de nosotros.