3.9.12

Yo no sé por qué está triste Ronaldo, pero me importa un pito

Hoy todos los medios abren con la tristeza de Cristiano Ronaldo, que para esas dos personas que todavía no lo saben, es un jugador de fútbol. Ya no importa casi nada el resto, ahora hay que descubrir por qué está triste el chico de blanco, pues seguro que detrás hay unas historias terribles de alguna mirada mal hecha o de un quítame allá estas pajas.
Nada más positivo para el sistema como convencernos a todos de que los ricos también están tristes. Así nos sentimos en igualdad de vida. Estamos todos tan tristes como Ronaldo, al final lo hemos conseguido, somos parecidos en algo al rico de Cristiano Ronaldo.
Una vez que me levanto en igualdad de condiciones que el rico de Ronaldo (que todo hay que decirlo, como es portugués igual es por eso), uno mismo se siente mucho más feliz. Yo como no meto goles no puedo quejarme como he hecho él, no celebrando los goles (¡jodo qué forma de hacer huelga!), así que yo me he buscado mi particular manera de decirle a la gente que también estoy triste como Ronaldo.
Me ha costado encontrar la manera de quejarme. Cuando vaya al servicio NO tiraré de la cadena. Es más efectivo que lo de Ronaldo que como mucho puede demostrar que está cabreado un par de veces a la semana. Yo he sacado cuentas y en una semana igual demuestro que estoy triste unas 40 veces. No espero salir en los periódicos, por eso lo escribo en mi blog, para que se sepa.
Lo malo será como me “ahostie” mi santa y tenga que dejar de estar triste para estar dolido, pero la intentaré convencer que si Ronaldo tiene derechos, yo que soy más mayor, también debería. ¿Qué por qué estoy triste?, no sé, qué más da ¿no?, si motivos me (nos) sobras oye.

1.9.12

Sepamos qué es un banco malo y un banco enfermo

 Vamos a intentar explicar qué es un “Banco malo” ahora que se están sacando de la chistera este viejo invento para clarificar la banca española.
Llamemos “Bancos enfermos” a los bancos y cajas de ahorros actuales. “Banco malo” a una empresa nueva que ahora veremos para qué se crea y que copia un sistema que lleva años empleándose para secciones de empresas y para bancos con problemas en Europa. Y llamamos “Bancos cabreados” a los bancos europeos y americanos a los que los bancos españoles les deben dinero pero que se empiezan a mosquear por no estar seguros de que podrán cobrar.
Los “bancos enfermos” españoles están muy bien de salud si vemos su contabilidad. Tienen incluso beneficios. Tantos que hasta se los reparten, más hasta hace un año que ahora. Si analizamos su contabilidad, sus libros contables, tal y como lo hace una auditoría simple y sin rascar, vemos que los “bancos enfermos” españoles están sanísimos. Pero si les hacemos una radiografía y un análisis de sangre observamos que su enfermedad es casi terminal.
Los españoles hemos ido poniendo en sus oficinas nuestros ahorros, pensando que ellos los guardaban en unas cajas fuerte muy seguras. Pero lo que han hecho, como es lógico además, es prestarlo a personas que iban a pedirlo. Eran personas, aunque a veces decían que iban en nombre de empresas. Y les atendían personas, aunque se creían que estaban respondiendo en nombre de los bancos.
Nuestro dinero pues, ya no está en las cajas fuertes, que están casi vacías, están en manos de esos señores que fueron a pedir prestado una pasta gansa para hacer viviendas o para comprar acciones de empresas o para crecer en empresas que ahora han tenido que cerrar o reducir de tamaño.