26.7.12

A río revuelto, ganancia para Cataluña

Dicen que a río revuelto, ganancia para los pescadores y eso es lo que ha debido pensar Artur Mas cuando horas después de pedir ayuda al único banco al que puede pedírsela para Cataluña, al de España, ha dicho que si tuviera Hacienda propia, esta situación no le hubiera sucedido a Cataluña.

Pretende un sistema parecido al vasco, que sea Cataluña quien recaude los impuestos y luego pague a Madrid, en orden inverso a como se hace ahora, pero como es lógico con diferencias en los números pues el orden si que debe afectar al resultado para beneficio de Cataluña. 
 
Con independencia de lo lógico o no de esta petición en estos momentos, que nos llevaría a un federalismo sobre el que ya deberíamos haber avanzado algo más en estos 35 últimos años, es cierto que como decía Puyol, parece que esto ahora “no toca” por sensibilidad.
Intentar justificar que los apuros económicos son fruto de la mala gestión que España tiene con Cataluña, es simplificar en exceso el problema. Es cierto que Cataluña aporta a España más de lo que recibe y que es según los catalanes el grave problema que lleva a Cataluña hacia su déficit propio imposible de soportar, pero este grave problema, clave en las relaciones entre Cataluña y España, es de muy complicada solución, incluso histórica, que hay que tratar en tiempos de calma y no en momentos de crisis, pues las soluciones que ahora se puedan aportar siempre serán inasumibles por una de las dos partes.
Es cierto que no parece de derecho que en España tengamos diferentes maneras de gestionar los impuestos, según territorios con más o menos historia propia sobre sus espaldas, pero el corte para decidir quien si y quien no, es muy complicado de poner. A unos territorios se les reconoce unos derechos históricos pero a otros no, según conviene en el momento actual. Siempre se olvidan de que Aragón, por poner un ejemplo, es un territorio histórico con los mismos derechos que sus vecinos, por mucho que ahora seamos menos en número y en belicosidad verbal.

24.7.12

Sin emplear el sentido común, España no saldrá de su situación

Hoy MAFO en el Congreso nos ha confirmado lo que ya sabíamos por puro sentido común. Que la solución adoptada para Bankia ha sido un fracaso de gestión, que Guindos la ha pifiado, que Goirigolzarri anunciando que necesitaban 20.000 millones asustó a Europa hasta donde no sabemos, que todos se hacían la misma pregunta que me hice yo, que soy el más tonto de todos. ¿Y de donde vamos a sacar tantos millones?

Si Zapatero tuvo que retroceder ideológicamente para recortar cinco mil millones, ahora venían los nuevos y se descubría un agujero en un banco que parecía la perla del tesoro, del tamaño enorme de 20.000 millones de nada. Y se mandaba a su casa al que había sido Presidente del FMI como responsable de este desaguisado.
¿Qué somos los españoles?, pensaron en Bruselas todo acojonados. Y se ponía de nuevo gestor a un buen hombre que lo primero que hacía era asustar a Europa y reírse de la gestión anterior que no había visto el roto. Increíble, que en esto de lo que hablamos es lo mismo que NO creíble. ¿Cómo estarían el resto de entidades?, pensaron con urgencia los que nos habían prestado la pasta para seguir viviendo. Y efectivamente desde Bruselas llamarían a Rato, con el que les unía una buena relación de años y le preguntarían por la verdad de su despido y de España.
A partir de este error de infantil vino la grave crisis de identidad, serenidad y personalidad creíble, para un país que ya estaba herido. Lo peor que te puede pasar cuando estás enfermo es que no te crea el médico, que sospeche que le estás engañando.
Este asunto encaja perfectamente con el de los impuestos. Desde este blog somos fervientes defensores de una idea de impuestos más redistributivos pero también mayores y así lo hemos indicado en alguna ocasión, si lo que queríamos era mantener un sistema de bienestar como el que ya teníamos (hoy ya no queremos nada que no sea no asustarnos). Pero los impuestos se deben subir cuando la economía está en ascenso, cuando el dinero corre entre las manos. En cambio cuando hay depresión hay que bajarlos o al menos estructurar de otra manera los impuestos para que se llegue a una cantidad suficiente de recaudación. Si ahora hay al menos entre tres y cuatro millones más de personas sin trabajo de las consideradas normales para la economía de España, son unos ingresos en IRPF, Seguridad social y consumo (IVA) que no se realizan. Si pensamos que cada persona es el ingreso familiar de aproximadamente entre una y dos personas más, ya tenemos entre 6 y 12 millones de españoles que consumen menos e ingresas mucho menos al Estado. Si asustamos a jubilados y funcionarios nos vamos a otros 10 millones de personas más, que quedan tocadas por la crisis real. Luego están los que se contagian del miedo.
Podremos subir IVA o los impuestos que consideremos más bonitos para recaudar a las clases medias, que son siempre las que pagan, pero no se subirá en recaudación. No se ataca el principal problema, el desempleo. Estamos dedicando meses y meses en intentar salir de una crisis por el camino de la recesión, del control del déficit, de pagar a los deudores con intereses que son 7 veces mayores que los que pagan los alemanes por su deuda. Pero no creamos empleo y lo seguimos destruyendo. Volvamos al sentido común. No hay que ser ministro para ello.
Así no saldremos de esta.