19.6.12

LLueve y logro empaparme con sensaciones húmedas

Llueve. Otra vez llueve y disfruto con su sonido. En mi ciudad llueve poco y busco su fresco en la cara, su sensación húmeda, su regalo.

El olor a ciudad mojada no es el mismo, pero produce charcos, salpica más, las gotas al romper forman burbujas, no hay barro.

Miro desde mi ventana como cae y me parecen las gotas más lentas hasta que las veo desaparecer, son gordas, gruesas y llenas, son grises o son claras, no lo sé. Son muchas y no cejan de procurar su final.

¿Dónde estaban antes de caer? El cielo es gris, suena a tormenta de verano, huele a día apagado, a tiempo vacío de hacer.

Me quedo mirando el agua, pues ya se sabe, si llueve no se puede hacer otra cosas que esperar.

Contra el desempleo juvenil, más formación y menos tipos de contratos

Escucho a un oficial militar español en una entrevista televisiva decir claramente que el desempleo juvenil es un motivo grave de conflicto social latente, que hay que resolver (o encauzar) si no queremos que se convierta en grave.
Ya no es solo un problema social que requiere una solución para que no represente una generación vacía de futuro. Es también un problema latente que nos puede conducir a un conflicto social grave y así se está estudiando. No es anda nuevo, se sabía pero seguimos sin entender por qué no se resuelve con urgencia.
Nadie dice que sea sencillo resolver este drama, pero se escuchan menos voces que sobre otros problemas económicos actuales. Todo debe comenzar por la reeducación formativa, por replanteamientos que busquen su futuro laboral con unos contratos diferentes que no por ello abusivos. Hay que emplear pero además hay que recambiar el tejido laboral de España. No podemos tener a los abuelos trabajando sin formación, y a su vez a los nietos y jóvenes, desempleados con la máxima formación que nunca tuvo una generación en España. Es ilógico y no es posible soportarlo a nivel social.
Hay que distinguir entre los menores de 25 años y los mayores; entre los que ya tienen una formación suficiente y los que deben reciclar totalmente incluso gran parte de ella; entre los que pueden entrar en programas de emprendedores de los que tienen que entrar en programas laborales puros. Hay que dar oportunidades a los jóvenes para que demuestren lo que son capaces de hacer y dar descanso a los que llevan más de 40 años trabajando y cotizando. Y todo esto hay que hacerlo de manera que sea asumible por un Estado en periodos de depresión, que es lo más complejo de hacer.