30.5.12

Nueva edición de La Red Innova en Madrid

¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de tener su propio negocio?
- Creo que todos son ventajas y quizá la única desventaja pueda ser la falta de financiación en un momento concreto. La posibilidad de lanzar un negocio propio y dedicarse a él tiene enormes satisfacciones y, aunque haya fracasos, la experiencia y la satisfacción merecen la pena.

- ¿Qué consejos le puede dar a los emprendedores y más en tiempos de crisis?
- El principal consejo que les daría es que no tengan miedo a poner en marcha sus ideas o proyectos, a pesar de la mala situación económica que nos rodea hoy. Creo además que es la única salida que hay en el contexto actual.

- ¿Qué tipo de iniciativas se deben plantear en España para incentivar al emprendedor?
- Lo más importante es que no se les pongan obstáculos para emprender. A partir de ahí, todas las medidas que sirvan para animar a los emprendedores a poner en práctica sus ideas serán buenas, sobre todo, para que el talento, que hay mucho, salga a flote.

- ¿Y las características principales de un emprendedor?
- Como decía antes, la característica principal debe ser no tener miedo y pasar a la acción. Hay, por supuesto, que analizar el mercado y buscar las oportunidades en él. Hoy con Internet se pueden poner en marcha interesantes proyectos.

España necesita más I+D y más Universidad

Todos estamos convencidos de que España solo podrá salir de la crisis ampliado su I+D, cambiando nuestro sistema productivo hacia fórmulas con más I+D+i, con más valor añadido en lo que seamos capaces de crear y vender nuevas producciones competitivas.

Entre los más de tres nuevos millones de desempleados, la inmensa mayoría son personas sin una formación suficiente como para tirar de una economía con más valor nuevo en investigación y desarrollo. Es un dato contrastado, sean jóvenes o adultos e incluso personas de edad avanzada.

Pero a la vez los jóvenes que terminan sus carreras universitarias o sus FP de Grado Superior los condenamos a la nada, cerrando las veces a la investigación, cerrando laboratorios de todo tipo, cortando presupuestos en educación o a las Universidades. Es imposible salir así de la crisis. Si se impide crecer en más I+D es imposible cambiar nuestro sistema productivo. Si obligamos a nuestros jóvenes más preparados a tener que emigrar España se empobrece, aun a costa de haber invertido de media más de 5.000 euros por curso y alumno en darles una formación que luego son otros países los que aprovechan.

Hay que incluir en estas críticas a las empresas privadas de tamaño medio y grande, que tampoco apuestan como deben por la I+D y por ayudar a las Universidades a crear más departamentos de investigación. Hay que ampliar los acuerdos con las empresas que pueden invertir en departamentos de investigación y abrir los acuerdos a relaciones más participativas entre las partes.

España necesita que la actividad en educación, formación, Universidades, no decaiga ningún punto. Es nuestra supervivencia como país de cara al futuro. Y para ellos todos debemos tener como objetivo crecer y emprender nuevas actividades con más formación.