18.5.12

Hay que defender a España y es obligación de todos nosotros

Hoy en el ABC Teresa Sánchez avisa de lo mal que estamos sabiendo defender la “marca España” de cara al exterior. Es cierto que no es nada nuevo, que en el fondo se esconde una mala actuación en las últimas décadas, con cambios en las políticas exteriores, con saltos que se han movido sin un rumbo fijo mientras caíamos en los tópicos, en lo fácil, en la broma a veces, en la poca severidad y contundencia mientras se metía la pata una vez si y otra tal vez.

No hemos sabido elegir a los amigos y en cambio nos han ido creciendo los enemigos, pequeños o no, que se aúpan sobre montículos que hemos ido edificando nosotros.

¿Qué podemos hacer?, sin duda analizar con seriedad la política exterior, consensuarla entre instituciones y todas las fuerzas políticas, reunirse mucho más entre todos, ofrecer unidad y plantear cambios sobre “marca España” mucho más profesionales y serios.

Nunca se debería haber cometido el error de negar a la Reina acudir a Gran Bretaña. Punto, sin concesiones a opinión diferente. Con lo que está cayendo encima de todos, joder, mesura, simplemente no mover los muebles más, para no hacer ruido. Más contundencia real con el tema de YPF en su minuto, aunque sea a coste de pérdidas. El chulo de la clase siempre ha tenido capacidad de impresionar.

Mucha más escenificación de unidad y de diálogo, de explicación pedagógica, de equipo. Cueste lo que cueste tragarse los sapos y las babas. “EQUIPO”.

España es capaz, es muy válida, tiene grandes éxitos sociales, ayuda a sus amigos en donde se le pide ayudar, no está en el mismo paquete que Grecia o Portugal. Nunca debería haber peleado por ser más que Italia. Menos amigos de Iberoamérica y Oriente Próximo o Norte de África y mucho más amigos de Europa y EEUU. Aunque el corazón nos diga lo contrario, aunque nos tengamos que tragar los sapos crudos de nuestro corazón.

Menos toro, mucho menos “España es diferente”, y mucho más “somos un país muy serio”. Mucha menos economía negra, más contundencia contra los jetas, más calidad en nuestros servicios, mejor justicia contra los defraudadores sean empresarios, políticos o sacerdotes. Mucho mejores gestores políticos y una sociedad más implicada con su “cueva” y menos con el fútbol y la prensa rosa. Más cultura y educación, más I+D+i y menos juerga aunque sea en apariencia. Menos gritar y más sosiego, más aprender a escuchar y más respeto entre nosotros.

Con la que está cayendo y no hay atisbos de consensos, de reuniones serias de trabajo entre todos, de intentar salir por nosotros mismos de cada una de las situaciones creadas simplemente por que no se nos respeta. Efectivamente los especuladores juegan a realizar negocios contra los más débiles, luego hay que dejar de ser débiles. Empezando por cambiar ambos partidos todos los interlocutores que salen a pelear en los medios de comunicación, dividiendo las pocas posibilidades que tenemos de ofrecer seriedad y calma.

Aprende a impresionar a los demás, sin querer impresionarles

No intenten impresionar a las personas que te rodean por la vida, no sirve de nada intentarlo. La mejor manera de impresionar a las personas es ser tú mismo y creer en ti, en tus ideas, en tus capacidades. Y esperar los resultados.

Todos deseamos ser más respetados de lo que lo somos, y para ello a veces intentamos impresionar a los demás, para aparentar lo que realmente no somos. Creemos que de esa forma logramos engañar a los demás, pero solo lo hacemos con aquellos que no sirve para mucho, los realmente interesantes no se dejan engañar por la apariencias de los demás, sobre todo si son falsas y descuidadas.

Para las personas inteligentes lo mejor es NO intentar impresionarlas, estar convencida de tus capacidades y simplemente ser natural. Nada impresiona más a los demás que la confianza en uno mismo y la seguridad personal ante cualquier asunto. Demostrarás que dentro de ti hay algo más que fachada. No intenten impactar sobre los demás explicando grandes logros que sonarán a falsos, deja que simplemente salgan en el momento adecuado y sin que tú les des ningún importancia. La importancia se la tienen que dar los demás, los que te observan. Para que los demás te valoren, nada como valorarte tú misma pero sin resultar falsa ni querer aparentar nada que no seas. La naturalidad es la mayor de las seguridades. Si quieres impresionar, hazlo, realiza acciones que sean sorprendentes, pero no te disfraces de nada que no seas, simplemente trabaja en ser más importante a los ojos de los demás con tus acciones.