En la presentación del Informe “Infoempleo 2011”, la
secretaria de Estado de Empleo Engracia Hidalgo, ha puesto como ejemplo que
para el 80% de las ofertas de empleo cualificado se requiere una titulación
universitaria, cuando solo el 14% de los demandantes registrados en los
servicios públicos de empleo tienen ese nivel formativo. Hidalgo también ha
destacado que, mientras que el 20% de las ofertas de empleo son para personas
que hayan cursado formación profesional, solo el 6,8% de los demandantes la
tienen.
Hay pues dos graves disfunciones que debemos resolver con
urgencia. Adaptar las ofertas de empleo a la realidad pues no es lógico que el
80% de ellas necesiten de verdad que los demandantes tengan un título
universitario, y por otra parte mejorar urgentemente la formación de personas
mayores de 30 años, generaciones que por desgracia para la historia de este
España, recibieron una formación mucho más baja y de peor calidad que la
actual. No nos olvidemos que la formación continua es una grave deficiencia de
nuestro servicio público de educación y de formación profesional. Que luego la
misma señora diga que por ello se ha tenido que aprobar la nueva reforma
laboral es de premio a la estulticia indocumentada.