12.2.12

Es muy complicado modificar derechos sin que afecta a la productividad

Las reformas laborales, como la actual en España, mientras tal vez sirven para resolver algunos problemas estructurales, si no se hacen bien crean otros nuevos de compleja solución. Con las crisis las empresas tienen un mercado laboral mucho más amplio para buscar personas válidas —o no tanto— y poderles pagar unos sueldos mucho más cómodos y con unos derechos más pequeños. Es la crisis que nos afecta a todos.

Pero a cambio, las personas no se sienten tan implicadas con sus empresas, con sus trabajos, y es mucho más complejo lograr la motivación, la eficacia, le excelencia. Y sobre todo la seguridad de que un buen empleado va a seguir dentro de tu empresa durante todo el tiempo en que lo necesites. Es lógico que en la misma medida que las empresas buscan sus soluciones para optimizar, crecer o decrecer sus nóminas con arreglo a cambios legales, los trabajadores asuman que sus trabajos son temporales y que el éxito personal hay que buscarlo cada día y desde múltiples facetas y posibilidades.

La cultura organizativa es un gran activo dentro de las empresas, como lo es la buena comunicación entre directivos y empleados para lograr motivar y crear buen ambiente, pero la realidad social, lo que todos vemos en nuestros compañeros de vida, es otra cosa bien distinta. Todos tenemos a conocidos, amigos o familiares, que sin mediar causa grave han sido despedidos por edad, por crisis o por motivos diversos, creando en el resto de trabajadores la impresión de que en cualquier momento nos puede pasar a nosotros. Con estas alforjas es complicado estar motivado, creerse a la propia empresa, pensar en la excelencia dentro de un equipo y no estar seguro que hay que buscar la excelencia personal para saberse vender y lograr que te paguen lo que te mereces allá donde te lo reconozcan.

Con tanta reforma, tanto cambio y bajada de derechos laborales, lo que sale perdiendo es la productividad española, la calidad de nuestros servicios y productos, la sociedad en su global acepción. Pero no parecemos darnos cuenta de lo complejo que es modificar derechos que afectan a personas.

La reforma laboral no resolverá el paro a corto medio plazo

Como muy bien explicaba el PP por boca de su ministro en Europa —siempre es igual entre los españoles, nos tenemos que enterar antes por lo que decimos en Europa— la reforma laboral ha sido inmensa y profunda. No tanto por lo que se ha decretado como por las consecuencias legales que traen estas reformas, que serán muy bien aprovechadas por los empresarios.

Un consejo, haceros todos y todas nuevos empresarios, pues de trabajadores lo vamos a pasar muy mal.
Se acabó el despido de 45 días pero no se cambia por el de 33 días, esto es mentira, se transforma por un despido de 20 días. Nos venden la cifra de 33 días para ir tragando poco a poco el despropósito, pero la realidad será muy otra. Cuando no un “gratis total” a costa del nuevo contrato para jóvenes hasta los 30 años, con UN AÑO de prueba. Hasta ahora el periodo de prueba era de 15 días y en ese periodo de tiempo se podía rescindir el contrato sin más derechos y por ambas partes. Ahora y con este contrato lo será hasta de UN AÑO, con lo que la trampa está lanzada al aire. Te pillarán para un trabajo y a los 11 meses y poco te despedirán sin más explicación que no has pasado el periodo de prueba. ¿Esto es despide gratuito o no?

Pero el descuelgue de convenios para poder pagar menos sueldos o para ampliar horarios o para modificar estos o para hacer cambios geográficos es otro punto en donde se han saltado el derecho laboral, suprimiendo derechos para que no nos podamos quejar de cualquier cambio en la relación laboral. ¿De qué van a trabajar y vivir ahora los abogados laboralistas, si nos van a poder pleitear y defender a los trabajadores por nada?

La gran pregunta es si estas reformas sirven para crear empleo. Todos dicen que NO, pero algunos hablan de que eran imprescindibles. Se olvidan recordar que ahora lo importante es capitalizar las empresas, totalmente endeudadas por la crisis, y que esto solo se puede hacer volviendo a la senda de los beneficios sin aumentar en gastos laborales. Es decir, esta reforma está hecha NO para crear nuevos puestos de trabajo sino para que las empresas no se mueran y para lograr que con el beneficio o plusvalía que se obtenga del trabajo mal pagado y con muchos menos derechos se logran poner a flote. ¿Y por qué no lo dicen así de sencillo?

Mover nuestro mercado laboral hacia los derechos y costes que tienen los mercados emergentes que nos quitan competencia es “casi” imposible —con el PP este “casi” nunca se sabe— pues la diferencia en todos los aspectos es tremenda. Si los empresarios quieren que nos parezcamos a los indios, chinos, pakistaníes o bielorrusos vamos por el camino aunque todavía nos quede margen, pero que no se olviden que la sociedad de estas zonas es como es y el número de empresarios y su calidad de vida es como es. Que no jueguen a querernos parecer, no vaya a ser que realmente nos parezcamos TODOS.