2.11.11

Papandreu decide demostrar que es demócrata y que va a preguntar

Ahora va Papandreu y se nos vuelve demócrata y decide convocar un referéndum para preguntar a todos los griegos qué hace con su problema nacional de deuda, que los está asfixiando. No contaban, los cuervos europeos, con que apareciera un demócrata capaz de consultar a los ciudadanos, algo que puede producir el gran drama de que se vuelvan cabreados y decidan mandar a Europa a la mierdecita.

Esto es muy sencillo de entender. Cuando un enfermo está terminal hay que preguntarse si es mejor que se muera la persona en el hospital o en su propia casa. Otro asunto es que está enfermo y con posibilidades de recibir ayudas eficaces por parte de los médicos. Con los intereses desmesurados por el riesgo de impago, de la deuda de Grecia, está condenado como país a morir. Da igual si es dentro o fuera del euro o de la UE. Así que hay que elegir. Otra cosa es que Europa entienda que el problema es muy grave “PARA TODOS”, y no solo para Grecia, Portugal, Irlanda, Italia o España. 

Se nos llena la boca de hablar del espíritu del 15M o de las posibilidades de que todos seamos consultados para asuntos graves o de que la democracia es el sistema mejor de todos. Pero a la hora de preguntarle a los interesados, a los que tienen que pagar las deudas, a los ciudadanos, qué debemos hacer, nos entra el pánico y tachamos de imbécil a quien lo propone.
Vamos camino de la nada y además somos conscientes de ello. Es simplemente un ganar tiempo.

1.11.11

La utilidad de los buenos amigos, para momentos de crisis

Tener buenos amigos es tener tesoros escondidos. No hay que perder su contacto ni dejar de regarlos con dedicación, pues se pueden secar; aunque tampoco hay que asfixiarlos, porque necesitan respirar desde su vida y tener suficiente espacio propio, mucho más que otros compañeros de vida. 

Los amigos son para los momentos de crisis. Y para los momentos de alegría o de convivencia sosa; son para aguantar lo que nos entregue y para recoger sus problemas e intentar resolvérselos. Y si no, al menos, escucharlos. Son diferntes a nosotros y eso es una gran ventaja pues su manera de pensar es complementaria y nos ayuda a enriquecernos.

Escuchar es algo que casi ya no sabemos hacer; eso y tocar. Nos tocamos muy poco.

No escuchamos porque sobre todo queremos hablar, y debe ser que casi no tenemos ocasión de hacerlo y aprovechamos cada instante de silencio para meter bocadillos de palabras, cuando muchas veces lo que mejor deberíamos hacer, es simplemente escuchar y atender.

Y en cuanto a tocarnos, pues eso, el contacto físico es muy necesario, nos trasmitimos energía de la sencilla pero de la buena, sensaciones y calores, fuerzas y debilidades, que debemos compartir. Tocarnos es sobre toso eso, compartir y trasmitirnos.