18.10.11

Sobre ETA y la Conferencia de Paz del País Vasco

Debo decirlo incluso con intranquilidad y desde el sosiego personal. No me ha gustado el comunicado emitido por la Conferencia de Paz Internacional del País Vasco. Creo que demuestra no conocer la realidad el conflicto, la base histórica del terrorismo, el momento actual de la situación e incluso lo que necesita la sociedad vasca para cerrar un capítulo sangriento pero sobre todo —y lo siento por las víctimas— rompedor contra su misma esencia de sociedad.

Para estos caminos sobraban alforjas y sobre todo parafernalias. No es tampoco entendible que se escenifique un comunicado de una presunta Conferencia de Paz en una pocas horas, como si la solución fuera tan sencilla como “ahora vengo yo, que soy famoso, y en una consulta de médico os resuelvo el problema de décadas”.

Una Conferencia de Paz Internacional para el País Vasco que sea sensata y prudente necesita poso, días, análisis de todas las partes, mucho tacto inteligente, conocer el terreno, escuchar a todos, hablar con más todavía, ofrecer soluciones reales para el momento y que sirvan para la historia.

Estas oportunidades, válidas, serias incluso, si se pierden, hacen un daño importante al conflicto y a sus posibles soluciones históricas. Claro, que también pueden servir para que quien tiene que rendirse, salve la cara y se apoye en unas peticiones como su elemento decisivo para dar pasos en busca de la paz.

Si, he dicho rendirse con toda la responsabilidad de la palabra.

ETA tuvo su momento de negociación, de gestión por las regulares de un conflicto tremendo. Tuvo el momento de reconocer errores y emplear la benevolencia política para en una mesa sentar las bases de una solución. Pero con la T4 estropeó toda posibilidad de demostrar inteligencia política. Y ahora toca el siguiente paso, que es rendirse.

Lo que nos debe importar a todos es la sociedad vasca, su futuro y su historia. Necesita sobre todo cerrar heridas, encontrar sendas de concordia, intentar olvidarse lentamente de la sangre y de los destrozos. Creo que la sociedad vasca, va en un camino por delante de la Conferencia de Paz de ayer. Y eso es gratificante y esperanzador. Ahora toca mover comunicados a ETA, pero a toda la ETA posible. Al resto nos toca esperar y seguir confiando en la sociedad vasca.

El gran drama de los desempleados y parados mayores de 50 años

Debemos pensar que si la actual crisis económica es dura y tremenda, lo es con más virulencia y dolor hacia los trabajadores de más de 50 años que están siendo lanzados al desempleo, al paro.

¿Qué les podemos ofrecer a los trabajadores mayores de 50 años, que en muchos casos llevan más de 35 años trabajando y cotizando por todos nosotros y que ahora se ven desplazados de su vida laboral?

Se encuentran en un malísimo momento vital, puede que con alguna deuda todavía, sus hijos no encuentran trabajo, han entrado en los años que sirven para ser tenidos en cuenta a la hora de calcular su pensión de jubilación. 

Se encuentran vitales, con muchas ganas de ser útiles. Y se les dice en todos los sitios que no, que son mayores, ¡joder!, que no tienen suficiente formación, que no sirven ya para el trabajo al que han dedicado toda su vida laboral.

Les preguntan incluso: —¿y a usted por qué se le despidió?; cuando sería más sencillo intentar encontrar la respuesta en manos de los empresarios y trasladársela a los interesados, para que se enteraran, pues aun están sorprendidos.

Esta crisis económica, laboral y social, está dejando muchas heridas que todavía no sangran. En los próximos años nos daremos realmente cuenta de los destrozos sociales de esta crisis económica. 

Los parados de hoy, los desempleados con más de 50 años tendrán que terminar en la jubilación, pero muy mermada. No van a tener los mismos derechos que sus antecesores. 

Y les seguiremos pidiendo el voto y que consuman mucho y que participen en la sociedad. Les vamos a decir que se olviden de sus problemas, que los admitan y los asuman. 

Quien hoy con 50 años termina en el paro, en el desempleo, debe decirle a su familia que está jodido, que ahora las cosas ya no son fáciles. Que resultará muy complicado encontrar trabajo. Y a continuación intentarlo con todas la fuerzas del mundo. 

Pero ser sinceros consigo mismo y con los que les rodean, para desde la sinceridad, estar indignados y ser más consecuentes con sus posibilidades.

Pero prohibido transmitir miedo y temores, que es lo que quieren los asquerosos capitalistas de laboratorio, tenernos acongojados y sujetos del pescuezo. Cuidado con el miedo, que es contagioso.