3.10.11

Sonríe o al menos elije situaciones felices para rodearte

Si entras en un velatorio, en un funeral, es imposible que te rías, que pongas cara de alegría. Simplemente imposible mientras te des cuenta de donde estás.
Si ves en televisión un programa de humor o acudes a un teatro a ver una obra alegre o si escuchas a una persona que cuenta chistes, aunque no te gusten, te cambia tu cara y la alegría viene a tu rostro en alguna medida.

El envoltorio de la vida afecta a todos. El lugar en donde te encuentres, el tipo de personas con las que te rodees, harán de ti que seas más feliz o más triste.
Engánchate siempre que puedas a la alegría de vivir, a la risa, al humor, al positivismo. No siempre podemos elegir pero cuando lo podemos hacer, hagámoslo eligiendo a gente positiva, rodeándonos de posibilidades alegres.

Si deseamos escribir como alguna vez hemos planteado en este blog, hagámoslo sobre temas alegres o cuando menos desde el punto de vista alegre. Si nos dedicamos siempre a escribir sobre tristezas terminaremos más tristes de cómo empezamos. Hoy en televisión, por poner un ejemplo fácil, es muy sencillo poder ver programas alegres varias veces al día. Simplemente hay que elegir la cadena y el momento. Si elegimos programas muy serios, con constantes discusiones violentas o en donde se nos enseñan dramas personales, al final nos pondremos tristes.

Ojo, que en una segunda fase de la tristeza, cuando seamos capaces de defendernos de ella, los programas de televisión en donde “otros” sufren todavía más que nosotros, son positivos, pues nos demuestran que nuestros problemas son relativos. Pero para asumirlos así, antes deberemos haber vencido la fase de ser capaz de relativizar nuestros problemas.

2.10.11

Las mujeres en Etiopía llevan el hogar sobre sus hombros

Dos mujeres descansan en una carretera comarcal de Etiopía, cerca de su capital Addis Abeba, mientras transportan unos atados de ramas secas y maderas para el fuego de su hogar. Tan importante es el peso de los paquetes como el tamaño del mismo y su envoltorio a la hora de trasladar este elemento esencial para crear hogar en su, seguramente, liviana estructura que les sirve de vivienda a la familia.

Todo en Etiopía es duro, todo es escaso, gran parte de su fuerza la realizan las mujeres etíopes, que sufren pero sobre todo llevan entre sus fuerzas el mantenimiento del hogar, de los hijos, de sus escasas posibilidades de alimentación, sanidad, cuidados, gastronomía, hogar. 

Esta imagen ha sido realizada por una cooperante aragonesa en Etiopía, en ayuda a niños con especiales dificultades de salud.