29.8.11

Alemania del Sur. Provincia de vacaciones estivales

Parece ser que ahora nos toca el papel de fijarnos en Berluconi e intentar copiarle; vaya tela señores. Nos están intentando poner como ejemplo la supresión de ayuntamientos, diputaciones y provincias como ya han decidido en Italia, para a continuación poner el apellido final en tal vez, incluso, la supresión de algunas autonomías. ¡Buff!
Y quien lo dice por escrito y sobre papel, asegura además que es protector de la España democrática y fiel defensor de aquella Constitución de 1978 de la que tanto ha escrito y predicado en sus muchos años de periodista. Pues jope ¿no?
Tal vez estén frotándose las manos para colarnos de tapadillo —como la reforma del artículo 135—, un cambio “de todo un poco” para dejarnos a España que no la conozca ni la madre que la parió. Como decía Alfonso Guerra cuando mandaba.

¿Dónde ponemos el límite? ¿le habrán cogido gustito a pactar los del PP + PSOE, cositas sin importancia para meterlas de solape y poco a poco? ¿dónde está el límite del artículo Primero de la Constitución que dice en su apartado 2: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. O acaso también podrían cambiar este sencillo artículo por otro más… alemán?

Yo lo tengo claro, si tenemos que ser alemanes a corto plazo, por favor, que se nos diga con rapidez para ir aprendiendo idiomas. No perdamos el tiempo con medias verdades y seamos serios. Si hay que suprimir tantas cosas como se dice, lo mejor es suprimir directamente a España como país y venderlo al mejor postor. Igual sacamos para pagar las deudas. Aunque me dicen ahora que no, que si lo saquemos a subasta igual nos lo compran los chinos que ahora compran todo, y que entonces me espera a estudiar idiomas, que no está nada claro cual será el definitivo. Pues vaya.

Deseo conocer tu opinión sobre este asunto, para que lo conozcan tod@s l@s lector@s

28.8.11

La Plataforma Cívica de 1986 es similar a los movimientos actuales de cabreo

Recordamos más de 25 años después, lo que supuso para la política española de los años 1985 y 1986 el referéndum por el abandono o no de la OTAN tras habernos metido la UCD agonizante de Calvo Sotelo meses antes de su salida del Gobierno y meses después del Golpe de Estado de Tejero en marzo de 1981. Cuando el PSOE de Felipe González entró a gobernar en 1982, dejó en suspenso la integración en la OTAN en espera del referéndum que él mismo había prometido en su campaña electoral, aunque sin posicionarse claramente sobre la postura que el PSOE tomaría ente la consulta popular. Os dejo una imagen de los carteles del PSOE anteriores a su entrada en el Gobierno en 1982, cuando dejaba la ambigüedad estudiada en el mensaje de un: “de entrada, no”
Al aire de aquellos tiempos de exigencia ciudadana creada en la campaña del NO a la OTAN, sobre el mensaje sobre todo de lo que debería ser una limpieza política y un respeto mayor a la participación ciudadana, nace la Plataforma Cívica que agrupaba a todos los partidos de izquierdas excepto al PSOE, presidida por el escritor Antonio Gala, y que agrupaba en torno al PC a muchos intelectuales, artistas y organizaciones sociales de base. ¿Os suena a algo este movimiento de 1986? ¿s comparable a algo más actual?

Aquel marzo de 1986 supuso la unión efectiva de la gente cabreada de la izquierda en torno a una Plataforma Cívica que llegó a conseguir 7 millones de votos en el Referéndum para la salida de la OTAN. Sobre un número total de 29.025.494 electores, se contabilizaron 17.246.458 (59,42 %) de votos emitidos: 9.054.509 votos a favor de seguir en la OTAN (52,49 %), 6.872.421 votos en contra de seguir en la OTAN, 1.127.673 votos en blanco (6,53 %) y 191.855 votos nulos (1,11 %). 
Eran 8 millones de españoles que no querían permanecer contra 9 millones que si deseaban seguir en la OTAN. Números que hoy nos pueden parecer tremendos pues a favor del SI estaban PSOE, UCD y PP (entonces creo que unido con el Partido Liberal y el PDP). Mientras que CIU dio libertad de voto y e PNV estuvo muy ambiguo en la campaña, aunque solicitaba el SI.