9.8.11

Hay que suprimir el ejército de armas y montar un ejército de economistas

Esta noche Londres seguía encendida de indignación sin sentido, violenta y excesiva. Digo sin sentido por el volumen, por la intensidad, por es ataque indiscriminado a todo, por la gratuidad de la violencia ilegal y absurda.
Anoche en NY, Obama decía que la crisis de España se contagiaba a EEUU, algo que ya pronosticábamos desde este blog hace semanas, pues España tiene ya un tamaño serio en un mundo globalizado en donde todo se utiliza para fastidiar. Si cae España, la duda será saber quien seré el próximo objetivo.
Se pide que Alemania sea quien se salga del euro en vez de los países periféricos, para sí devaluar en conjunto la moneda y permitir que vuelva a entrar Alemania pero con unas condiciones diferentes y con su moneda revalorizada. Como seguimos viendo, todo pasa por ponerle las cosas bien a una Alemania que si se nos cabrea será todavía peor que si cae Italia o España. El mundo de los miedos, de las chulerías, de las guerras económicas y sin soldados. Si ya no se necesitan los soldados para las guerras, al menos en los países pequeños o medianos, ¿para qué gastamos tanto en defensa?. Igual sin gastos en ejército, podemos compensar la crisis ¿no?

8.8.11

Bajar el déficit no sirve para resolver la actual crisis económica en España

Hay muchos “opinadores” —incluso gente muy seria y formada—que consideran que la mejor vía para salir de la crisis es bajar el déficit público (y sin duda el privado a costa de consumir menos). Dicen, con razón, que si bajásemos el déficit, bajaría la prima de riesgo. La prima de riesgo es eso con lo que nos bombardean la conciencia de los ciudadanos de a pie, aunque no tengamos mucha idea realmente de lo que es y de lo que supone para nuestra contabilidad nacional. La creencia es pensar que bajando el déficit bajaría la prima de riesgo y —puesto que esta está asociada a la crisis— bajaría la “crisis”, es decir, se acabaría. Esto no es que sea erróneo, o extrañó, o absurdo. Es simplemente una falacia basada en una relación causa-efecto, prima de riesgo-crisis.
Pongámonos en el mejor de los casos para estos grandilocuentes inspiradores del miedo. Conseguimos déficit cero. Qué coño, imaginen que a España le toca la lotería y paga toda su deuda, la del 60% del PIB de un año. Imaginen que España ya no pide más deuda, porque ha decidido no hacer nada de gasto público excedente a los ingresos. Por fin, ¡lo conseguimos!, la prima de riesgo es mínima. Pero… ¿qué prima de riesgo? Si no creamos deuda, no debemos pagar intereses, y por tanto, no hay, no existe prima de riesgo. Eso sí que es bueno. Ahora sí que sí. Sin prima de riesgo ya podemos crecer.