7.7.11

Datos Evaluación General de Diagnóstico en Eduación

Según los resultados de la Evaluación General de Diagnóstico presentada ayer por el Ministerio de Educación en España, un 17% de los alumnos que cursó 2º de la ESO en España (13 años) en 2010 carecía de las competencias básicas exigibles para evolucionar en un futuro laboral.
Este examen que se ha hecho a casi 30.000 estudiantes de toda España evalúa la madurez intelectual de los alumnos, no sus conocimientos.
La condición socioeconómica familiar y el exceso de suspensos y repeticiones son las claves que explican las bajas calificaciones en madurez intelectual.


Ese 17% de alumnos abocados al fracaso escolar se asemeja al obtenido por países del entorno como Francia, Alemania o Reino Unido. Las notas de los inmigrantes apenas difieren de las de los autóctonos
Sin embargo, a diferencia del resto de países, el sistema educativo español duplica dos años después el porcentaje de alumnos que no consigue el título de ESO (el llamado fracaso escolar está en torno al 30%). "Se debe a que lo que miden este tipo de pruebas no se enseña, son líneas arbitrarias. Miden aptitudes, capacidades o inteligencia", explica Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
Carabaña apoya su teoría en que el tipo de preguntas de estos exámenes evalúan destrezas de madurez, no aspectos cercanos a la calidad de la docencia."En estas pruebas de competencia los resultados no se corresponden con los académicos", señala este experto. En su opinión, las competencias se miden de manera objetiva, frente a los aprobados o suspensos (éxito o fracaso) que "dependen de la subjetividad del profesor". "Repetir para hacer lo mismo no sirve de nada", sostienen en Educación

Además, en el informe se analizan los datos del gasto público por alumno. Madrid, la segunda comunidad con mayor renta per cápita en España, invierte la segunda cantidad más baja por alumno en la escuela pública. Cada estudiante cuesta en Madrid 6.003 euros anuales, frente a los 6.527 de media en España. Euskadi invierte 10.388 en cada alumno.

Competencias lingüísticas
Tras un anuncio de captación de Socios de Aldeas Infantiles con el siguiente eslogan: "Muchos niños están castigados sin salir de casa", los alumnos deben responder a la siguiente pregunta: "A juzgar por el texto; Aldeas infantiles es:" Y ofrecen cuatro respuestas: un club social, hogar de huérfanos, ONG de ayuda a niños sin hogar, un internado. Respondió correctamente un 84,55%.
Competencia matemática
Un gráfico de barras explica la temperatura media mensual en la localidad de Peñachica. El alumno debe responder sobre la media de las temperaturas, las tendencias por años... Es decir, debe interpretar de manera correcta la lectura de un gráfico. El ejemplo de esta pregunta explica que las cuestiones no exigen que el alumno aplique sus conocimientos matemáticos de manera tradicional.
Conocimiento e interacción con el mundo físico
Un gráfico explica el funcionamiento de un sismógrafo junto con un texto que explica su función. En las siguientes preguntas el alumno debe demostrar su destreza científica. "El granito es una roca muy común en el relieve de la Península Ibérica. Habrás observado que el granito es:". El alumno debe escoger entre cuatro simples opciones que caracterizan la piedra. Esta pregunta fue respondida correctamente por un 54,4% de los estudiantes.
Social y ciudadanía
El alumno lee la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano firmada en 1948. Después, debe responder a preguntas para demostrar que ha comprendido el texto. Una de ellas pide dos objetivos de la declaración. Sólo un 42,8% de alumnos supo explicar dos metas del texto.

6.7.11

¿Toda la culpa de la SGAE y SDAE es de ellos mismos o hay inoperancia pública?

El lío de la SGAE y la SDAE debería tener consecuencias políticas, pues detrás de este presunto entramado de trampas siguen existiendo por debajo normas no cumplidas, leyes realizas a la medida, controles públicos muy mal realizados.
No sirve que la justicia haya detectado estos entramados, pues lo que hay que evitar es que crezcan con los años, hasta convertirse en una práctica que a veces se detecta y a veces no, con unos cambios de dinero entre empresas que ronda ya los 30 millones de euros.
No todo lo que se hace en las empresas, entre las empresas, por la empresas, es legal. Y de ello deben saber mucho los jóvenes de la Guardia Civil que se preparan constantemente para descubrir delitos cada vez más pulidos, más inteligentemente tramados en laboratorios contables, para desviar fondos, pagar menos impuestos, traspapelar billetes. La informática está logrando que se pueda esconder con facilidad lo que antes tenía por obligación que estar en cajas físicas, es decir los billetes de papel, que ahora simplemente son números.
La SGAE produce curiosamente unas reacciones extrañas. La sociedad la odia. Y los posibles damnificados por el presunto robo la defienden a capa y espada. Es curioso ver a Víctor Manuel justificar las actuaciones presuntas, sin tan siquiera haber conocido del todo las explicaciones del juez instructor. Claro, son todos amigos y eso deja poso.
Pero sin duda el paso siguiente, el que no se dará, es saber si detrás de todo este entramado ha existido una inoperancia pública en su control, una justificación de que como eran amigos, era imposible. Las autoridades y no las policías son las que están para determinar si algunos asuntos deben estar más o menos controlados. Aumentar los beneficios de un año para otro en las cantidades en que lo ha hecho la SGAE debería haber dado pistas de que algo se estaba haciendo excesivamente bien.
Y saber que tras un gran aumento de beneficios en una empresa viene una gran cantidad a pagar en forma de impuestos y por ello, unas ganas tremendas de intentar pagar mucho menos. Mientras quien mande no deje de ser amigo de sus amigos, no logrará tener la credibilidad necesaria.