3.6.11

Sociología emocional a la hora de elegir a quien votar en unas elecciones

En el campo de la política actúa y mucho, lo que podríamos llamar sociología emocional, las emociones básicas a la hora de decidir y aprobar, seleccionar entre los candidatos y votar a unos o a otros.
Ahora es normal preguntarse por qué —por poner un ejemplo sencillo—, los 20.000 votantes que ha perdido el PSOE en Zaragoza han elegido en más parte a IU en vez de a CHA, pues ambas formaciones son ideológicamente parecidas y en cambio el trabajo duro y constante de oposición positiva que plantea alternativas lo ha llevado CHA y no IU.
La respuesta parece muy sencilla si analizamos el campo de las emociones.
El votante socialista de hace 4 años, cansado y hastiado de la inoperancia (real o creíble) decide cambiar de voto pasado un tiempo. Generalmente pasados

2.6.11

Tenemos que saber elegir, a ser críticos con nuestras decisiones a la hora de votar


El barómetro de La Sexta, preguntando por qué creemos que ha perdido el PSOE las elecciones municipales, es inmensamente tremendo para el PP pero también para todos los concejales salientes.
El 96% piensa que el PSOE ha perdido por sus errores en el gobierno o por la crisis económica y el desempleo. 
El 2,4% por los errores de los ayuntamientos, lo que entrega a su gestión en estos cuatro años, nada de nada. Ha dado igual si lo han hecho bien o mal, hemos pasado de su gestión para fijarnos en otros motivos ajenos a los ayuntamientos o a las comunidades autónomas.
Pero la cifra realmente curiosa y maravillosa para poner de los nervios a Rajoy y al PP es la tercera opción. Solo el 0,4% creen que el PSOE ha fracasado en estas elecciones por los aciertos del PP. Tan solo un 0,4% piensa que ha servido de algo el PP para que se modifiquen estos datos que han hundido al PSOE. 
El PP son los tontos que miran la obra, las viejecicas que observan como pasan los muertos ante su casa y sonríen por estar vivas.
Si yo fuera alcalde o concejal, en estos próximos cuatro años no haría nada de nada. Si acaso salir en los medios de comunicación y en las inauguraciones las dos semanas antes de las próximas elecciones. No sirve de nada —al parecer— lo que se hace, pues estamos más pendientes de que nos engañen que de otra cosa. 
Se nos ha olvidado enseguida que elegíamos a concejales y no a Presidentes de Repúblicas.