Hoy me encontraba con un amigo once años menor que yo. Tiene 44 y el desempleo se le acaba en agosto. Hace unos meses todavía tenía fuerzas y sonrisas que repartía a quien le daba ánimos. Hoy ya no.
Ha cambiado dos veces de tipo de cursillos para oficios bien distintos, durante su periodo de desempleo, para intentar buscar un hueco laboral. No lo ha encontrado. Ya nota que la edad pesa y que le miran en las filas de las entrevistas de trabajo por encima del carnet de identidad y de la fe de bautismo. Muchos en las entrevistas ya son más jóvenes, más preparados, más técnicos.
Y no llega a los 45 años de edad. ¿Qué nos está sucediendo?
Escucho poco diálogo del drama del paro, aunque de vez en cuando salgan datos fríos y declaraciones vacías. ¿Y las soluciones para cuando?
No es sencillo, faltaría más que lo fuera y que fuera que no quisieran resolver este drama social. Nadie dijo que fuera a ser sencillo resolver el paro como no lo fueron tantas cosas que