28.11.10

Consejos y trucos para mantener el amor, la convivencia amorosa durante más años

El vínculo amoroso que todos queremos que dure años, décadas, necesita cuidados y esfuerzos continuados. Y no hacerlo así —descuidarnos hasta que el vínculo amoroso se transforma en simple afecto—, trae la pérdida del amor mantenido, de ese amor que ya no es fogoso pero que es muy necesario para estar a gusto con tu pareja.
El simple afecto es perfecto para los hijos o para los amigos, pero que no nos sirve para mantener a la pareja con la que convivimos. La pareja necesita que mantengamos vivo ese vínculo amoroso…
que ya ha perdido la fogosidad del amor, esa sensación fisiológica del amor por procrear, del amor casi animal. ¿Cómo lo hacemos?
Básicamente, se trata de recuperar dos elementos: la conexión emocional y el contacto físico. ¿Recordáis cuando flotábamos, eufóricos, en la etapa del amor pasional? Podíamos pasar horas mirándonos, tocándonos y sintiendo al otro, sin más, no pedíamos nada más que la contemplación y el contacto físico.
Ese es el alimento del amor duradero. Pero con los años de uso se transforma, se pierde, cambia la necesidad o mejor dicho, cambia la forma de producirse.
¿Existen trucos para recuperar esa conexión emocional?
Si, ahí van algunos pequeños consejos para ayudar a no perder el amor, el vínculo amoroso:
Volver a escuchar a la pareja de forma que se sienta escuchada, no solo “oída” (esto implica parar el tiempo e interesarse de verdad por el otro).
Ser generoso en lo grande y en lo pequeño, como cuando todo lo queríamos compartir con el otro. Ser detallista en la relación, entregar, dar, ofrecer.
Reavivar el placer sencillo del contacto físico: caricias, miradas, abrazos.
Derrochar todo el sentido del humor del que seamos capaces de crear, porque la risa y la sonrisa son una fuente de alegría cómplice, fantástica y gratuita.
Específicamente, para los más decididos, se sugiere un ejercicio que puede dejar estupefactas a nuestras parejas pero que al parecer resulta muy eficaz: hay que mirar a la pareja a los ojos, sin decir nada, durante unos minutos, todos los días. Así conseguiremos empezar a reconectar, a recuperar ese vinculo amoroso que se puede ir perdiendo con los años, que es la esencia imprescindible del amor compartido y de la vida en común.
Y que no se nos olvide que convivir es vivir juntos, participar de la vida en común, compartir y entender, hablar y soñar juntos.

Hay que actuar con urgencia para mejorar la formación (la educación) en España

La educación en La Rioja plantea diferencias interesantes para analizar con mucha calma. En un territorio en donde el número de alumnos con dificultades de integración por el lenguaje son altas pues hay muchos niños inmigrantes y en donde el número de alumnos que repiten curso es muy elevado en comparación con el resto del territorio español, en cambio todas las pruebas realizadas a los alumnos en los exámenes generales que se realizan en conjunto a todos los alumnos españoles, sacan una nota muy alta en todas las materias.
La exigencia en La Rioja es muy alta; quien suspenda dos o más materias tiene que repetir y no sólo las materias suspendidas sino todo el curso, y se valora mucho el esfuerzo…
individual para alcanzar las metas. Además se intenta que el respeto al profesor sea muy alto en comparación con otros territorios. Y la inversión pública en educación es de las más altas de España. Pilares pues que sustentan unos resultados muy altos, para los alumnos que se esfuerzan en aprobar y aprender. Y unos resultados bajos para aquellos alumnos que no desean o no pueden seguir el ritmo que marcan las clases.
Es una pregunta muy importante. Una duda muy interesante de despejar. ¿Debemos unificar las clases por abajo, intentando que todos los alumnos tengan unos conocimientos básicos?, ¿o bien es mejor potenciar el esfuerzo y la excelencia exigiendo que los alumnos más bajos tengan que hacer un sobreesfuerzo adicional para seguir o bien repetir curso o incluso no lograr los objetivos del resto?
Tan malo es unificar los resultados sin tener en cuenta las particularidades de cada persona, como abandonar sin salidas profesionales y educativas a los alumnos con más dificultades para el aprendizaje. Muchas veces se han planteado las dos velocidades y nunca se ha decidido dar el paso para ello. Posiblemente porque salga mucho más caro mantener dos procesos distintos en los mismos centros educativos. Pero en la actualidad los resultados de los alumnos, como globalidad, son en España entre malos y muy malos .