13.10.10

Los nuevos políticos para la nueva economía del siglo XXI

Los políticos nuevos, que los hay, limpios y con ganas de hacer las cosas de distinta manera, ilusionados por su trabajo, sabedores ya sin ninguna duda de que la honradez es la base de su ideario, tiene un gran problema de credibilidad, de ser aupados hasta lugares de decisión.
La sociedad sabe y admite que lo conocido es malo, que lo que tenemos no sirve, que incluso las ideologías hay que removerlas un poco en la sartén del humanismo y del modernismo de un siglo nuevo, pero no hace nada por hacer posible lo necesario. Estamos anclados —posiblemente provocado por los viejos dinosaurios— en la mitad del siglo XX, así de duro puede ser. A lo sumo en los años 80, si somos ciegos. Pero sin nuevos líderes políticos no lograremos una nueva sociedad, una nueva economía del conocimiento, de la productividad, con el máximo respeto a las personas y al territorio.

La economía es el motor de todo tipo de políticas posibles. No nos gusta que así sea, pero de momento no hemos sido capaces de encontrar otro motor. Ni mejor ni peor. Pero lo que si podemos hacer es modificar los fundamentos de la economía. De hecho los últimos Premios Nobel de Economía 2010 son estudiosos de materias que nunca han sido tenidas en cuenta. Empleo, economía social, etc. La misma ciencia es capaz de hacer barbaridades como las que provocaron esta crisis inmensa, pero también es la que crea los mini créditos sociales, el reparto según necesidades, la activación por objetivos.
La pregunta sería saber qué objetivos deberíamos potenciar de cara a este siglo XXI que nos ha llegado sin estar preparados. Posiblemente no es ya objetivo, la manipulación financiera, los juegos de laboratorio económico, el poner al dinero a trabajar para ganar más dinero fácil. Deberíamos potenciar el valor del conocimiento, de la cultura, del esfuerzo, de la productividad, de la honradez, de la dedicación.
Cobramos un sueldo según convenio. Este sistema puede servir para unas décadas y no hacerlo para otras. E incluso no sólo dejar de ser bueno, sino ser el motor de las crisis de sistemas. Los sueldos según objetivos son más lógicos cuando el reparto del trabajo es tan irregular. Nos faltará si acaso, diseñar qué son los objetivos de este siglo, qué debemos potenciar, cuales son los que más debemos valorar. Nos falta saber el valor que la empresa tiene en la sociedad, no lo tenemos nada claro. Y tal vez lo más importante. Saber qué valor tiene el empresario. Y formar nuevos empresarios también según objetivos. Esto tiene que dejar de ser una monarquía en donde los hijos sean los dueños del sistema económico por ser vástagos de empresarios. No se trata de cerrar empresas familiares, sino de dotarlas de sistemas profesionales de funcionamiento. Necesitamos mejores empresarios, más formados, más capaces, más útiles para el futuro, que creen en el mercado de trabajo y en la formación continua.

11.10.10

Encuesta intención de voto, para elecciones anticipadas en 2011

Según la encuesta de intención de voto, publicada hoy, 11 de octubre de 2010, en el periódico Público, hay una diferencia de 13,4 puntos entre un PP que sigue subiendo y un PSOE que baja estrepitosamente.
En esta encuesta, de un medio cercano a las ideas del PSOE, este partido obtendría un 29,4% de los votos, un número casi imposible de entender para los que analizan la política de este país desde la transición. Zapatero perdería en poco más de dos años un 14,2% de los votos totales, pasando del 43,6% a este 29,4%. Dejarían de votar el PSOE más de 3 de cada 10 votantes de hace 10 años. Lo curioso para las matemáticas es que esos votantes no los recupera ni el PP ni IU más que en un 30%, quedando ese 70% restante en el limbo de la abstención. Demasiada pena, excesivas dudas. UPyD asciende pero no como para ser una fuerza sólida, hay cambios en el voto de CIU mientras que el PNV parece bajar, y poco más. Nada que explique la enorme bajada del PSOE. Que explique, excepto el hartazgo de sus votantes, que se sienten engañados y sin un líder claro.
En las franjas por edad, en ninguna, gana la suma de PSOE más IU a la del PP. Pero curiosamente es mejor valorada Rosa Díez que todos los demás líderes, y más valorado Cayo Lara (un gran desconocido para la inmensa mayoría) que Zapatero.
Se podría decir que es el final de una muerte anunciada y que con estos datos el PSOE se lo tendría que hacer mirar muy en serio, pues no se salvarían ni los botes de goma. Cuando Felipe perdió contra Aznar (1996), el PSOE tuvo un 37,63% de los votos. Cuando Aznar perdió contra Zapatero (2004), el PP tuvo un 37,71% de los votos. En 1989, cuando el PSOE obtuvo mayoría absoluto, el PP tuvo un 25,79% y 107 diputados. Los mismos diputados que Alianza Popular (107 y un 26,36% de votos) cuando en 1982 el PSOE tuvo 202 diputados pero con un 48,11% de los votos. Pero en cambio, cuando Aznar tuvo su mayoría absoluta en el años 2000 con 183 diputados y un 44,52% de los votos y un bipartidismo asentado como ahora, el PSOE obtuvo un 34,16% de los votos y 125 diputados.
Es decir, y si hacemos caso a las matemáticas. Con los datos de la encuesta actual, el PSOE lo tendría complicado para llegar a los 110 diputados, mientras que el PP obtendría mayoría absoluta a poco que se remangue. Y lo normal es que dicha mayoría se mantenga al menos 8 años y requiera un cambio o dos, de líderes del partido perdedor. El la historia ya escrita, la estadística fría.