4.9.10

La pelea Zapatero / Rajoy es un eterno empate a cero

Mariano Rajoy es tan escaso a la hora de lanzar frases que salen en todos los medios, que a veces sería mucho mejor que permaneciera callado. Sin duda que Zapatero no pueda —deba— ir a Rodiezmo es un gran “palo” para alguien que se siente de izquierdas ¿O ya no se siente de izquierdas?
La frase pone en boca rápida del más corto la respuesta. “Si yo fuera Rajoy haría…”. Si; no consentiría que Camps siga dando la vara y anuncie su presentación como candidato; ofrecería alternativas propias a la crisis; no permitiría a Aznar hacerme la cama en Melilla; no consentiría que en las encuestas no suba mientras se derrumba Zapatero, etc.
No se ve recambio y por eso sigue vivo políticamente Zapatero. Si no de qué se le permitirían tantas tontadas, tantos cambios de humor, tantos amagoas de la nada más absoluta.

Los programadores de televisión y el caso de Nitro

Nitro, la cadena de televisión nacida para series y película de acción de Antena3, está sorprendiendo por el número de espectadores, a los pocos días de nacer.
Que a los programadores de televisión o a los expertos en programación les resulte extraño que la cadena de televisión Nitro sea un éxito en sólo dos semanas de vida, demuestra claramente que a veces padecen de miopía.
Una cadena nacida casi sin anuncios, con unos cortes elegidos para molestar poco, con series conocidas y de acción para un espectador joven y adulto, con la firma de Antena3 detrás, es lógico que en dos semanas haya conseguido ese 1% que pretendían alcanzar al finalizar 2010. ¿De qué se asombran?
Creo que los programadores en general no saben hacer investigación de mercados, no saben detectar qué programas pueden triunfar y cuales no. Y lo curioso es que cobran una parta gansa y se equivocan más que una escopeta de feria mala. ¿Cuántos programas que nacen a bombo y platillo, sabe el consumidor ya antes de nacer, que van a ser un fracaso? Si los espectadores y las programaciones son los que marcan la tarta de inversiones publicitarias, las propias empresas que se gastan la pasta en intentar vender sus productos deberían ser más exigentes a la hora de saber qué programas funcionan bien, qué tipo de espectador ve cada momento de televisión y sobre todo qué tipo de publicidad funciona mejor, pues poner 15 minutos seguidos convierte el caldo publicitario en inútil, pues quien no ha cambiado de cadena simplemente está pensando y leyendo en otra cosa.