26.7.10

Ser pasivo está de moda. Nos han convencido para no ser nada.

Fin de semana casi sin fútbol, con un Contador que gana el Tour, un Lorenzo más líder todavía, un Alonso que gana en Alemania y un Guti que abandona el Real Madrid.
Son los titulares de la prensa de hoy lunes. Deporte y más deporte. Es como si no existiera nada más. Pero deporte del de ver, deporte espectáculo, no es deporte del que sirve para mejorar la salud, para sentirnos mejores, para disfrutar participando.
Es posible que en esta España de hoy existan noticias diferentes a estas, pero parecen no interesar. Nos han convertido con nuestra aprobación en seres pasivos, visionadores de lo que hacen los otros, en personas sentadas en espera de que suceda algo. Así la tragedia de Alemania la observamos con atención y los medios nos explican todas las demás tragedias de la historia para convencernos de lo bien que estamos en casa sin movernos. Grises, pasivos, consumidores necesarios, objetos manipulables en espera de que una nueva historia nos entretenga. Da igual si es el embarazo de una famosa, los cuernos del esposo camarero de una colaboradora o la bronca de una cantante pasada de moda. El caso es sentirnos partícipes de la vida de los demás como simples espectadores a los que se nos da todo hecho.
Es impresionante que un ciclista gane, pero nada es comparable a salir en bicicleta de casa a dar un paseo por el parque de tu barrio. Es maravilloso que España gane al fútbol, pero más lo es jugar un partidillo con tus hijos o tus nietos, reírte y soñar con ellos, dejarte meter goles o terminar derrotado de cansancio. O nos rebelamos contra la pasividad o terminaremos en seres sin piernas para movernos, de hecho ya somos una sociedad que en conjunto ya piensa menos que hace unas décadas.

24.7.10

La manipulación económica. Nos quieren seguir engañando con el precio de la vivienda

Ya estamos oyendo los ecos de los que auguran el aumento de los precios en la vivienda para 2011 y la situación no podría ser más peligrosa.

La situación en la que estamos es de estancamiento total. Ya no existen los cuantiosos proyectos de urbanizaciones monstruosas, ni la (a veces) esperpéntica imagen de las cientos de grúas en el horizonte urbano. El problema es real y así se propaga tanto por el plano económico como en el empleo. El sector de la construcción se mantiene estancado en un decrecimiento continuado del 10%, y sabemos que hasta que no se recupere, la economía no tendrá un verdadero atisbo de mejora. Ese es el presente.

En cualquier mercado hay dos cosas claves, el precio y la cantidad. A veces creemos que es más “real” la parte más vistosa, la cantidad, y el precio lo dejamos en manos de los mercados financieros como si de una entidad virtual se tratase. El precio no es más que el número que informa de cuantas horas de trabajo son necesarias para comprar el bien. No es más que un cociente.

Cuando el sector de la construcción mejore, significará que existe una demanda cada vez mayor de viviendas, y eso impulsará el precio hacía arriba, (o no bajará tanto y se estancará). Por ello, podemos pensar que cuando la situación se recupere, el precio subirá. Pero no al revés. Que suba el precio no significa que la cosa esté mejor, si está subida sigue siendo por las fuerzas de un mercado especulativo que sigue potenciando una burbuja que no nos deja ver el plano real de la economía.

Que ahora digan que el precio en 2011 va a subir alicienta a los mercados especulativos a subir el precio. Puesto que los vendedores se verán más respaldados a la hora de decidir un precio al alza y los demandantes son más proclives a comprar.
¿Problema? Pues el de siempre. Los pisos no han bajado lo que tenían que bajar, el problema real sigue existiendo. La gente no puede comprarse una vivienda sin hipotecarse de por vida, el endeudamiento seguirá martirizándonos, y los de siempre seguirán ganando millonadas (que es lo que quieren, claro).
¿Problema? Pues que sin el ajuste apropiado, el sector de la construcción se verá abocado a un estancamiento más duradero. Dejando a la economía en peor lugar durante mucho más tiempo.

El objetivo está claro. Se intenta que todo vuelva a la normalidad, a antes de la crisis, años 2005/2006. La economía funcionaba sin problemas (aparentes) y se preguntan, ¿Por qué no podemos volver atrás? Sin darse cuenta de que la normalidad radica en muchos más años atrás, donde comprarse un piso era un trabajo arduo, pero no una pena capital.

Lo que hay que hacer es dejar al mercado que se ajuste, y hacer entender a los vendedores que el chollo se acabó hace tiempo, y que el precio tiene que bajar en cifras de dos dígitos.
Que esto seguirá maltratando la situación financiera de muchos, pero nadie dijo que intentar vender pesetas por duros pudiera ser rentable.
Que para que un avión despegue primero tiene que aterrizar, y el día en que el sector de la vivienda se encuentre de verdad en su fondo económico, podrá volver a subir. Hasta entonces todo lo que se haga será marear la perdiz, perjudicar al conjunto por un deseo que no puede hacerse realidad, engañar a toda una sociedad para su propio beneficio.