25.5.10

Modificación del sistema electoral en España. Proporcionalidad pura.

Se habla de modificar la Ley Electoral en España para que todos lo votos tengan el mismo valor, para que no se pierdan los restos. Es un asunto lógico si creemos en la igualdad de derechos, en que cada voto valga lo mismo. Son los partidos medianos los que más intentan modificar la ley, pues son los grandes perjudicados con la actual norma electoral.

En las últimas elecciones el PSOE obtuvo 169 escaño, el PP 153, IU 2 y UPyD 1. Son los partidos que tendrían más cambios con un sistema más proporcional; el resto no verían casi modificado el número de escaños.

Con un reparto en donde todo el Estado fuera una circunscripción única y sin ningún listón de corte por debajo, y con los mismos votos que en 2008, el PSOE tendría 8 escaños menos. El PP tendría 6 escaños menos. CIU, ERC y CC no verían modificado el número de escaños. BNG ganaría un escaño. El PNV perdería dos escaños. Pero IU ganaría 12 escaños y UPyD 3 escaños.

Con los datos de las encuestas actuales —para saber hacia donde nos caminamos todos—, nos colocaríamos en un Congreso con un PP que dispondría de 156/162 escaños; un PSOE con 138/142 escaños; CIU con 11 escaños, PNV con 4 escaños, ERC con 3 escaños, CC con 2 escaños y con… y ahora viene el cambio, IU con 16 escaños y UPyD con 13/14 escaños.

Hay sistemas alternativos, incluso sin tener que modificar la Constitución. Pero lo que resulta incuestionable es que la ley que sirvió en los años 70/80 para una transición muy particular de una dictadura a una democracia tal vez no sirva 40 años después, sobre todo si se parte de un reparto que no es proporcional ni igualitario. Cada persona un voto y un mismo valor de voto. Lo demás es casi trampa. Por cierto, con 75.000 votos —más o menos— se puede conseguir un primer escaño, para que partidos o agrupaciones pequeñas no piensen que les imposibilita el acceso al Congreso, lo que también les obligaría a estar más unidos a otras formaciones parecidas.

No creo que fuera ingobernable un Estado con este nuevo reparto.  Se necesitarían acuerdos como ahora, pero al menos los partidos con representación en todo el Estado estarían representados con arreglo a su verdadera cantidad de votos. Y que me perdonen los que salen perdiendo, pero es la aritmética pura y dura y la lógica más lógica. Un votante, un mismo valor de su voto.

España necesita nuevos políticos, nuevos partidos políticos

Que la situación en España se complica por días no es algo que asuste ya, pues la estamos asimilando con dolor pero con calma. Tal vez debamos empezar a preguntarnos qué soluciones a medio plazo deberíamos tomar, una vez que hayamos asumido que somos un Estado complejo, en donde por cada paso adelante damos otro hacia atrás.
Tras la dictadura fuimos capaces de construir una democracia que poco a poco demostró credibilidad y respeto en el interior y en el exterior. Gracias sin duda a una docena de políticos de gran inteligencia y a unos equipos de trabajo excelentes en el PC, en el PSOE y en la UCD.
Pero los tiempos han pasado y ahora estamos no ya en una crisis económica —que también— sino en una crisis política grave, por la falta de liderazgo y de ideas claras. Tanto en el PSOE actual como en el PP. Todo cambia, y ahora tenemos lo que ha quedado del cambio y no es correcto para hacernos respetar en el mundo.
Es posible que sea el momento para empezar a edificar un nuevo sistema político y me explico. El sistema urdido por el PSOE y PP de un bipartidismo egoísta con unos líderes mediocres no funciona. Se han edificado alrededor de los grandes partidos un clientelismo de asociaciones con poca representatividad social, que alaban las ideas grises y cercenan las novedosas, para no dejar de salir en la foto. Nadie se atreve a levantar la voz interior y la mediocridad es la tónica general.
Los restantes partidos políticos pequeños se radicalizan al no estar trabajando en el poder o al no ver la responsabilidad del trabajo político de cerca. Pero curiosamente dentro de estos pequeños partidos hay gente muy válida. Tanto en IU como en todos los nacionalismos moderados que hay en el Estado. Hablo de PNV, CIU, BNG, CHA, ERC, PAR, etc. Ideas diferentes que deberían sumar y no restar. Y que ahora muchos están desactivados por amor de un bipartidismo inútil. No nombre a UPyD porque no soy capaz todavía de saber qué es.
Pero añado más.
Tal vez sea el momento de que surjan nuevos partidos políticos, renovados, distintos, europeistas y responsables. Pero faltan líderes nuevos. Las organizaciones no son nada sin ideas y poco sin líderes que las sepan edificar y amasar.
Nos falta en España un partido liberal creíble. Nos falta una izquierda inteligente y unida. Nos falta un replanteamiento de algunos nacionalismos que sepan darse cuenta de en qué momento de la historia estamos todos. Nos falta gente joven y nueva; también gente de la generación jubilada, una vez que la adulta actual está missing y seca (ha perdido su oportunidad no por culpa de Zapatero y Rajoy sino por no ser capaz de elegir mejor antes y ahora mismo).
Nos faltan arrestos de asumir que la urgencia es el mal menor y de que o cambiamos mucho o nos cambiarán mucho el sistema. Y si lo cambian “otros”, lo cambiarán a su gusto y forma.