14.5.10

El Ministro José Blanco explicará los recortes en 'La Noria'


Bueno, esto es una muestra más de que no tenemos ni puta idea de por donde van los asuntos en la política de verdad.
¿Qué cojones pinta un Ministro como José Blanco en un programa como la Noria de Telecinco?, y ya perdonarán por la palabras testicular.
Es que es de abofetear a alguien. Que esto no es un juego de broncas, que no es una pelea de gallos, señores. que nos estamos jugando el futuro de un país.
¡Que alguien haga entrar en razones a todo el PSOE que confunde populismo, con chanza, con aparecer en los medios sin mesura ni tiento, sin saber que tan malo es no salir como salir mal parado!
¡¡¡Que esto no es la Venezuela de Chavez!!! Que en teoría somos Europa, coñe. Claro que hay que salir a explicar, faltaría más. Pero ni Blanco ni mucho menos en un programa como la Noria.
No es el formato adecuado a un momento tan serio y complicado como este. En fin, así vamos.

La situación en España podría ser peor de lo que nos dicen

Parece que la situación es peor de lo que conocemos, bastante peor de lo que se nos dice, tremendamente peor de lo que decía Zapatero hace dos años. Y ya entonces la situación era la misma que ahora, pero no la veían. Algunos lugares hablan de miedos y sustos que no deseamos trasladar.
Este blog, que está escrito por idiotas, ya opinaba hace más de dos años sobre la situación complicada, y sobre algunas medidas que considerábamos lógicas. Cuando los políticos decían que no pasaba nada.
Hemos gastado comprando FUERA lo que no somos capaces de producir DENTRO y exportar. Así las cuentas finales no salen nunca. Es tan sencillo como la cuenta de la vieja.
Por cada viaje al Caribe de un español, necesitamos un turista extranjero que nos deje aquí el mismo gasto. Para pagar lo de fuera, como país, tenemos que tener unos ingresos externos. Hemos confundido lo mío como lo único. Si yo puedo, todos podemos. O lo que es casi peor. Si yo puedo, a nadie le importa lo que haga con mi dinero. Pues no.
Si compramos ordenadores chinos, IPhone americanos, salmón noruego, vinos italianos, trajes indios, fruta magredí o gas libio, estamos como país gastando.
Ahora, para pagar a esos países, necesitamos ingresos para esos gastos. Ingresos no internos, no entre nosotros, eso no son ingresos, son mover el dinero de manos. Necesitamos ingresos desde fuera. Exportaciones o turismo. En la misma cantidad. Es eso o endeudarnos, creyendo que no estamos endeudados.
Puede que un kilo de tomates a 30 céntimos de Mauritania no sea más barato que un kilo de tomates a 65 céntimos de Murcia. Al consumidor final español si, a la economía central española, a la contabilidad general, no.
Producimos poco y mal. Cobramos un sueldo más bien bajo. Menor al de la media europea. En cambio nuestra productividad es menor. Y nuestros trabajadores básicos son de los mejores de Europa. Ejemplos los tenemos entre otras muchas fábricas, con la GM. Pero nuestras empresas no. Nuestras formas de organizar el trabajo, de rentabilizar los puestos, de tener decenas de personas no productivas alrededor de los trabajadores productivos es de los peores. Tendremos que ser claros y “acusicas”. Excesivos y malos puestos intermedios, jefes, vendedores, encargados, secretarios. Excesivos y mal formados.
Se ha dicho mil veces mil que necesitábamos mejorar la formación profesional; que en idiomas estábamos perdidos; que los trabajadores de más de 50 años no servían para una productividad actual por su baja formación continua (la gran abandonada); que nuestros horarios eran obsoletos, que el sistema de contratos eventuales era malo para sentirse empresa y creer en ella; que la nula participación de los trabajadores en las decisiones de las empresas era un grave problema (se confunde participación técnica con control de los beneficios o de los sueldos); que no sabíamos exportar ni producir productos novedosos simplemente porque no invertimos en I+D+i. A veces era tan simple como copiar, algo que saben hacer muy bien algunos mercados emergentes.
Las familias están endeudadas hasta donde no se sabe bien, pues su sustento es el trabajo y sus activos los pisos. Dos asuntos en horas bajas. No sabemos lo que realmente valen nuestros activos, los tuyos y los míos. Si sacamos cuentas y a las deudas restamos los activos, como no sabemos lo que realmente vale nuestro piso, no sabemos bien cuantos años de trabajo (de vida) necesitamos para pagar las deudas.
Y si yo debo y no pago tengo un problema.
Pero si un millón de personas deja de pagar (porque lo que deben es mucho más que el valor de lo que tienen y les pueden embargar), el que tiene un problema son primeros los bancos y luego el Estado.