4.5.10

Me da miedo España y el miedo es malo para España ¿Qué hago con el miedo?

Me preocupa el miedo colectivo y la sinrazón de algunos políticos. En este blog hemos criticado muchas veces a Zapatero; que haya estado 18 meses sin reunirse con Rajoy es de abofetear a alguien. No es lógico en política ni mucho menos en situaciones como las actuales. Me da igual de quien es la culpa, sin duda siempre del que más manda.
La gente asiste callada y quieta a estos momentos críticos. A los miedos amplificados del asunto griego se unen las patadicas en los riñones del Banco España, que perfectamente podía mandar los recados envueltos en papel de regalo y de forma discreta y no con alharacas de medios de comunicación porque producen miedo. Pero no acaba aquí el asunto del susto. Nos ha dado, con razón o sin ella, por atacar con ferocidad al tercer mandatario, a un Bono que parece que también se ha equivocado en algo. Tiembla Camps; la trama Gürtel del PP sigue ensuciando y congelando a un Rajoy desaparecido; el desempleo invade a las familias; la memoria histórica se recuerda con odio y ferocidad, etc.
Necesitamos respirar. Zapatero también necesita respirar y tomar aire fresco. O nos calmamos, pedimos tiempo libre como en el baloncesto, replanteamos a los jugadores y cambiamos de defensa; o vamos a perder el partido. En los encuentros no se puede cambiar de entrenador en medio del partido, pero sí de algunos jugadores, de tácticas de juego. Incluso se puede rezar pidiendo que alguna virgen desocupada nos eche una mano, aunque sea al cuello. Todo menos seguir noqueados y con los ojos cerrados por los golpes, en espera de la campana.
Tengo unas ganas locas de que se acabe la Presidencia de la Unión Europea, creo que nos está congelando demasiado en medio de una crisis que necesita más rasmia. Hay que despejar dos incógnitas fundamentales. Una sencilla, la otra muy dura.

¿Qué piensa hacer Zapatero para avanzar en los dos próximos años? La sencilla.

¿Hasta qué punto la crisis financiera (de insolvencia, impagados, inmobiliaria) de bancos y cajas, es de un tamaño conocido al menos por quien tiene que saberlo? La complicada.

Cuidado con las reformas laborales. Las carga el diablo

Las dos imágenes son de la misma empresa. Una fábrica de zapatos de la India. Una tienda de esos mismos zapatos en la India. Su calidad es muy buena, la de los zapatos, su diseño también. Copiado.
En los últimos meses tenemos que estar aguantando a compatriotas idiotas que nos hablan desde este mundo occidental de lo caro que resulta nuestro mercado de trabajo y que así es imposible competir con los mercados emergentes. Son gente formada, con estudios y mando en plaza. Con coche guapo. Idiotas formados.
Y aseguran que la única manera de salir de esta crisis es abaratar costes laborales, aunque no dicen hasta donde. Hablan de flexibilidad aunque no dicen hasta donde. Hablan de excesiva regulación laboral, es decir, excesivos derechos laborales, aunque no tienes agallas de decir hasta donde reformarían.
No escucho a muchas voces formadas que digan que trabajar como lo hacen en los mercados laborales de esos países competencia es vergonzoso e inhumano. Indigno del siglo XXI. No leo que se haga nada por evitar estos mercados, en cambio sé que los grandes Centros Comerciales de nuestro país están llenos de estos productos. Sé incluso que los compramos sin mirar al corazón. Todos somos culpables.
Yo también.
Si alguna vez en España llegamos a mercados laborales parecidos, tal y como desean algunos, predican más, callamos la mayoría, los dueños no serán españoles guapos con coches guapos. Que no se equivoquen. También irán a por los “jefes”.
Hoy hablaba con el dueño de una empresa de limpieza. Hace unos meses me comentaba a modo de escusa que tenía que tener a gente de otros países porque los “de aquí” no quieren hacer el trabajo. Hace unos pocos meses. Hoy me ha dicho que la competencia es feroz, que sus trabajadores se han montado empresas nuevas que van tirando los precios. Trabajan por comer, me aseguraba. Me he ido sonriendo porque no tengo huevos para decirle ¡te jodes!