2.4.10

Estamos bailando en política, para salir sin rumbo del despite general.

El Gobierno sigue escondido entre sus limitaciones mentales y sus nulas soluciones a nuestros problemas. La sociedad va cambiando y ha elegido el camino del despiste, de la abstención general, del abandono. Los políticos, y cuando digo los políticos nombro a todos, desde los más grandes a los más pequeños, desde él a mi, estamos fuera de juego, sin capacidad de reacción, con la responsabilidad escondida, con las orejas gachas esperando que salga el sol de casualidad.
Cuando se siembra, nunca se puede imaginar nadie que no sepa, cual será el fruto que se recogerá. Pero los agricultores de la plantación si que tiene la obligación de intuir qué será el fruto, cuando la recolección, cuales sus ventajas y sus incómodos usos.
Parecemos gamos despistados esperando que nunca venga el león a devorarnos, soñando con tiempos mejores y perdidos, sin ser capaces de recordar que todos los pasos adelante tiene el peligro de la vuelta atrás si no se dan convencidos y con fuerza. Los pasos de baile nos llevan a ir rodeando toda la pista y a no tener nunca claro ni el frente, ni la derecha, ni la izquierda.
Ahora en política, estamos bailando y además no sabemos ni a qué.
El político que no sepa donde está la puerta de salida, que pregunte por los baños y que se quede vomitando el resto de legislatura y un par de ellas enteras más.

1.4.10

Simpatía hacia las organizaciones sociales

Los últimos datos del CIS (febrero 2010) sobre la simpatía de los españolas hacia las organizaciones sociales no es novedosa, no aporta nada que no sepamos, sino que remarca la imagen tan distorsionada que la política y los políticos tienen entre los ciudadanos españoles. Algo realmente grave que creo no se está valorando en su justa medida porque no observo medidas serias para revertirlo.
Observar el puesto de los sindicatos y de los partidos políticos. ASí es imposible resolver los problemas sociales.
Y los curioso es que todas las organizacioens que figuran por encima de los partidos políticos viven de las subvenciones que reciben de la política. No es una crítica para ellos, es una simple realidad (sin ninguna duda en los grupos grandes) que incluso se puede negar parsa disimular. La sociedad no tiene por qué saber perfectamente cómo funcionan todas las cosas. Pero incluso la iglesia católica vive de los políticos que gestionan los Presupuestos. 
O los Partidos Políticos salen de este círculo casi aterrador, y lo pienso en serio, o todos saldremos perdiendo. Incluidos casi todas las restantes organizaciones sociales.