14.1.10

Los Juegos Olímpicos de Cataluña, a la medida del PSC

Resulta curioso que el PSOE aragonés no se haya lanzado a criticar con dureza la zancadilla del PSC con Aragón y sus aspiraciones de celebrar unos Juegos Olímpicos en Zaragoza / Jaca.
Curioso y triste.
Parece que incluso los propios socialistas aragoneses, son tibios a la hora de limpiarse el escupitajo, excepto las dos personas que por responsbilidad electoral ante sus ciudadanos han tenido que soltar unas pequeñas y breves a la vez que suaves palabras, para decir ¡mecachis!, con elegancia y educación.
Yo soy de los que piensan que Aragón se merecía un puñetazo encima de la mesa con más rasmia, pero es que simplemente acepto de muy mal grado nuestra capacidad de rebaño y soy un descarriado en esto de las críticas.
A mi me la sudan los Juegos Olímpicos, incluso para el dosmil no se cuantos estará tan mayor que me pillará buscando residencias (que esa es otra); pero me jode que no sepamos defender nuestro territorio, historia e intereses al menos con la mitad de ganas que lo hacer los demás.
Aragón no tiene nada que hacer contra Cataluña ante la presentación de unos pretendidos Juegos Olímpicos (las cifras cantarán por ellas sólas), pero eso no evita gritar y dar otro portazo más, por que a los vecinos jetas hay que explicarles que aunque sean más fuertes, no son ni más listos ni con más razones. Y nada como los amigos de los enemigos para hacer una llamada de atención que desde el PSOE aragonés no se ha visto con dureza.

Taller de Escritura 27. Escribir con brújula o con plano

Los escritores entre otras divisiones se pueden dividir a la hora de enfrentarse a la historia narrativa en dos tipos básicos, los que trabajan con brújula y los que lo hacen con plano. Y me explico.

Los hay que ante una historia, dejan avanzar esta poco a poco, sin una planificación concreta, sabiendo a dónde quieren dirigirse, qué quieren contar y cómo, qué trama e incluso qué tipo de personajes. Son los q
ue trabajan con brújula que les va marcando el camino según avanzan.

Pero la historia va avanzando según la van escribiendo, incluso incorporando nuevos personajes secundarios para dar velocidad, para lograr avanzar, para intentar reconducir la historia. 

Incluso no saben cómo terminará la narración ni que extensión tendrá y mucho menos cuantos capítulos. 

Es una buena manera de enfrentarse a la historia si te gusta escribir por el placer de escribir y trabajar casi como lo hace el lector, descubriendo poco a poco qué da de sí la historia. Pero es un sistema complejo para novelas, que requiere técnica y experiencia.

Los que trabajan con plano, antes de ponerse a escribir la historia la planifican muy bien. Dividen los capítulos en una plantilla, diseñan los personajes incluso hasta el mínimo detalle, saben qué extensión tendrá la historia o cómo terminará y cuándo. 

Una vez realizado el plano se permiten alguna alegría y se separan algo de lo ideado, pero sin perder el rumbo de lo planificado. Este sistema es más sencillo de concretar pero más aburrido de escribir. Requiere menos correcciones y ofrece un producto más profesional, pero tal vez menos fresco.

Ningún sistema es perfecto o lo que es casi lo mismo, los dos son muy válidos. Con brújula o con plano, lo importante es escribir.