3.1.10

Europa es la solución y la ilusión


La gente de mi generación no estamos valorando a Europa en su medida y no trasladamos a la generaciones que vienen detrás, la idea de que en el futuro próximo, sólo será posible sobrevivir en seguridad, dentro de una Europa unida y fuerte.
El mundo se está volviendo a bipolarizar entre EEUU y China y ya no quedan espacios políticos para países pequeños. Los países emergentes ocuparán el espacio que hasta ahora han ocupado Francia, Alemania o Gran Bretaña.
Los Brasil, India, Canadá o incluso Venezuela están llamados a acompañar a los dos grandes, en detrimento de los países europeos divididos. El futuro de Europa pasa por ser una gran unión de países, con diversidad de culturas e idiomas pero con unos objetivos organizados y comunes.
Mientras los europeos no pongamos en valor nuestra “Unión”, logrando crear ilusión entre los jóvenes, no estaremos caminando por la senda de la seguridad en el medio plazo. La responsabilidad es de las generaciones que hoy detentan el poder por edad y poder, por que la juventud no es responsable del desencanto que nosotros les estamos entregando.
Es hora también de que Europa deje de ser simplemente un mercado económico para ser una Unión de sociedades, de formas de vida, de culturas diversas, de políticas sociales que nos diferencien en un mundo cada vez más empobrecido socialmente.

2.1.10

El mayor lujo posible


El mayor lujo posible que podemos adquirir que todos desearíamos poseer, que muchos intentar ampliar y dominar, es el del tiempo vital.
Más incluso que el de la libertad, que también.
El tiempo y la libertad es lo que muchos deseamos, incluso sin darnos cuenta.
No se vende en tiendas, no se compra en mercados, pero se puede adquirir, se puede tener más o menos según como sepas manejar tu vida.
Es posible amplair tu tiempo vital, tu tiempo elegido, tu propio tiempo tuyo. Es posible disponer de más libertad de la que tienes.
Y lo curioso es que no siempre los que más tienen saben disponer de más tiempo, de más libertad.
Este lujo no tiene precio, y eso lo hace accesible sólo a los que son inteligentes con su propia vida. Comprar tiempo y libertad requiere una planificación de vida y no siempre se puede hacer en los primeros años, pero saber en qué momento se decide cada uno de nosotros a adquirir este lujo, es precisamente el mayor lujo de todos. Muy pocos saben parar en el justo momento de la vida, para poder saborear el tiempo y la libertad acumulada.
Por cierto, el tiempo y la libertad no se puede deajr de herancia.