17.12.09

Fusión de Telecinco con Cuatro y de Antena3 con la Sexta

Pues explota el mercado audiovisual de las televisiones en España con dos fusiones que modificarán toda la oferta, posiblemente para dar peor calidad a largo plazo. Pero el mercado obliga y la crisis más, a realizar agrupaciones empresariales.
Complicado será que unidas en parejas, puedan mantenerse todas las marcas como elementos diferenciadores e independientes para poder acceder tanto a todos los espectadores como a la publicidad.
La guerra está ahora más abierta, encerrada curiosamente en sólo tres posibilidades tras crearse en España muchas plataformas que al final está calro, no han servido para dar servicios mejores a los ciudadanos.
Quien crea que la televisión es una herramienta menor se equivoca, podría haber sido un elemento agrupador y cultural que no manipulador y basurero, y en cambio se está quedando en servicios empresariales que incluso pueden ser todavía más manipuladores que ahora.
Esperamos que la Primera y la Segunda, al ser públicas y sin anuncios, puedan servir para ocupar el espacio que debe tener una televisión de calidad para los ciudadanos y no para las empresas privadas con intereses muy concretos y no todos claros.

Fusión de Sexta y Antena3


Las fusiones en España son una asignatura pendiente. Tanto en cadenas de televisión como en empresas de todo tipo. Tenemos un mercado empresarial pequeño que hay que dotar de defensas ante un mercado muy globalizado y las fusiones, sean bancarias, empresariales o de medios de comunicación, son casi obligatorias.
La fusión de Antena3 y la Sexta es lógica, mucho más normal que otras que se habían filtrado y que parecían anti natura, aunque nunca se sabe lo que en el futuro nos deparará la crisis de activos.
De esta fusión puede resultar un grupo potente, con altas posibilidades de subir en espectadores y con una calidad general buena pero afectada por posibles problemas de futuro si no se controla la calidad de la publicidad para no caer en el error de una exceso.
Los posibles aumentos en número de minutos por hora de programación pueden traer no sólo al abandono de cierto número y tipo de espectadores sino un empobrecimiento de la calidad general de la publicidad con un efecto contrario al deseado por las cadenas.
Ellos verán.