10.7.09

Infiltrados en UPyD o en otros partidos políticos.

Hoy Albert Boadella lo ha dicho más fuerte que otros, en UPyD hay infiltrados, personas que desde dentro, hacen un trabajo desestabilizador…

…para intentar que el partido recién creado, se hunda antes de triunfar.
Es cierto que en los partidos pequeños y con necesidades de ampliación social, el tema de las infiltraciones (filtraciones), de militantes nuevos con bastardas intenciones, es compleja de controlar. Se necesitan abrirse a su sociedad y admitir nuevos socios que ascienden en algunos casos a una velocidad alta, incontrolable, pero a la vez necesaria para hacer funcionar la maquinaria del partido.
Tanto los grandes partidos, hoy dedicados al bipartidismo por encima de todas la cosas, como otros grupos más peligrosos, son capaces de meter "Caballos de Troya" hasta incluso las direcciones de los partidos, sin detectarlos con facilidad las organizaciones pequeñas. Pueden sacar información o lo que es todavía peor, minar el interior de la organización con desviaciones programáticas o con el control de otros militantes, creando tensión y conflicto.
No es sencilla la solución, pues el tiempo de militancia no es ninguna garantía, dado que los afiliados pueden permanecer años aletargados, esperando la posición correcta, haciendo una labor de información.
Creo que un camino a explorar es que los militantes orgánicos (y es una barbaridad plantearlo así) tenga "familia" conocida, sean gente con trasparencia en sus relaciones familiares, capaces de dar a conocer su vida personal en la propia organización. No suelen mezclar asuntos privados con laborales o públicos, y aquellos militantes que sean conocidos tanto ellos como sus descendientes o ascendientes o colaterales, suelen ser más "blancos". Si un militante intenta no dar a conocer su teléfono privado, no da acceso a su domilicio, no es persona capaz de asistir con su familia a algunos actos públicos del aprtido, debería ser un cargo orgánico de la organización a tener en cuenta, al menos para averiguar.
También en las organizaciones debe haber policía. Es una lástima, pero cabrones hay en todos los sitios.

Los encierros de San Fermín en Pamplona; una fiesta peligrosa


Es increible con qué levedad se enfentan a un encierro en San Fermín, en Pamplona, gentes aparentemente normales, de todas las edades, pensando que las fiestas son sólo eso, periodos de alegrías y desenfrenos…

Los encierros de San Fermín en Pamplona son peligrosos y tienen unas normas de funcionamiento muy estrictas que mucha gente se salta por idiotez. Hoy ha sido un fallecido, pero podrían haber sido muchos más, y eso que se cuidan hasta los más mínimos detalles para intentar minimizar el efecto brutal de una carrera delante de los toros, muy peligrosa.
Nunca sabemos nada de los heridos, cuando han pasado varios meses, porque la estela de los encierros es muy larga.
Es una fiesta internacional que hay que controlar más, regular aunque esto no guste a los taurinos y aficionados, al igual que se regula la valocidad en las carreteras. Tanto por los fallecidos (pocos para lo peligroso que es) como los muchos heridos de todo tipo.
No se puede consentir estas masificaciones delante de unos toros con dos espadas en la cabeza, sin entrar a valorar que lo que es cada día más complejo de aceptar son las propias fiestas taurinas en donde la sangre y la violencia forma parte inseparable de la misma.